Veo poca televisión, porque me aburre. Leo poca prensa, porque me espanta la maraña de palabras en que acabo enredado a medida que paso de una opinión pontificante a otra pontificadora. A cada página que pasas le añades un peso a tus pies.
El 7 de noviembre de 1936 un periódico navarro, La República, protestaba porque en el Registro de la propiedad aún continuaran exigiendo el pago de "derechos reales" cuando ya no había monarquía en España. Como se sabe, los "reales" de los "derechos reales" derivan del latín "res", cosa. Son los derechos sobre la realidad de algo, no hacen ninguna referencia a la realeza, sino a la cosidad.
Veo el jaleo político que nos rodea como una "res" que, objetivamente está ahí, pero que nos empeñamos en amplificar, complicar y enredar por nuestro empeño en convertirla en "Rex". Claro que este empeño es la esencia de la política.