¿En qué consiste el ser humano? ¿En un alma unida a un cuerpo? ¿En un cuerpo resultado de un proceso evolutivo? ¿En un producto del azar? ¿En un ser dotado de lenguaje? Los siguientes textos de García Bacca nos permiten ir respondiendo a esta pregunta:
“(...) De las cosas no emanan cuestiones respecto de su ser, de cómo son, de qué son, cómo están hechas y menos todavía manan de ellas, ni pueden abastecernos, con un conjunto de respuestas a semejantes preguntas. La única realidad que, además de comenzar por ser lo que es, como todas, ostenta esa propiedad extraña de preguntar por quién soy yo, para qué soy, cuál es mi esencia, de dónde procedo, para qué es el mundo, qué es el agua, qué es la tierra...; este conjunto de cuestiones no emanan sino de una única realidad: la que somos nosotros". Por tanto "el hombre es un manantial de cuestiones originales a las cuales la naturaleza da respuestas no menos originales; es, pues, un principio de razón nueva, un surtidor de razones originales, no naturales; por tanto, nuestra existencia no es simplemente real: es real de verdad; de verdad eficiente que hace descubrimientos. Las cosas ordinarias o naturales son, cada una, lo que son: simples manantiales de propiedades; pero no son manantiales de cuestiones, de interrogaciones nuevas que las reforman y transforman".
Juan David García Bacca, Antropología y ciencia contemporáneas.