Preguntar por el ser humano en García Lorca supone enfrentar la universalidad de un concepto, el de "ser humano", con la respuesta singular del poeta, imposible de incluir en una designación válida para una multiplicidad de casos, no por irracionalidad ninguna, sino porque es la creadora y recreadora de su propia universalidad.
Sea como sea, al preguntarle a García Lorca en qué consiste el ser humano, una voz irreductible nos responde:
"(...) porque yo no soy un hombre ni un poeta ni una hoja,
pero sí un pulso herido que ronda las cosas del otro lado"
Lorca. Poeta en Nueva York