La realidad está constituída por límites que distinguen en ella los ámbitos más diversos: el éxito y el fracaso, el poder y la debilidad, la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, la locura y la razón.
Creer en ilusiones acerca la realidad consiste en afirmar la posibilidad de vivir sólo un lado del límite, manteniéndonos a salvo del otro.
Desprenderse de ilusiones sobre la realidad consiste en descubrir que nada nos libra de los dos lados del límite y de su naturaleza paradójica.
Y significa también descubrir que tal experiencia no es algo de lo que nos debamos librar.