"En el pasado, el proceso de creación de un cuadro se hacía por etapas. Cada día traía algo nuevo. Un cuadro solía ser una acumulación de adiciones. En mi caso, un cuadro es una suma de destrucciones. Hago un cuadro y después lo destruyo. Al final, sin embargo, nada ha desaparecido; el rojo que quité de un lugar aparece en otro distinto" (Pablo Picasso).