No sé cuantos de los lectores siguen recordando el NO-DO, la serie de noticieros propagandísticos que, durante el régimen de Franco, eran de obligada proyección en los cines. Si no lo recuerdan, no importa, basta con ver el telediario de casi cualquier canal público o privado. Durante veinte minutos nos azotaron ayer con la muerte de Rita Barberá. En el estilo del viejo NO-DO se glosó la figura política de la difunta, el traslado (con grandes medidas de seguridad) del cadáver, los ramos de flores y los tres días de luto en Valencia, la oferta del Ayuntamiento de instalar allí la capilla ardiente, los minutos de silencio en el Senado y el Congreso... De esto y más va nuestra última colaboración en
el Correo Extremadura. Para seguir leyendo pulsa aquí.