Recuerden los motivos para no suicidarse que buscaba el personaje de Woody Allen en aquella maravillosa película,
Manhattan. Ahora cambien al genial cómico judío por un estudiante surcoreano. Los motivos que escucharíamos serían los mismos: la literatura, el arte, la música, la filosofía... Justo lo que no mide (ni podrá medir jamás) el informe PISA y justo (?) lo que,
por consiguiente, acabará por acabar de desaparecer de los planes de estudio... De todo esto trata nuestra última colaboración en
el diario.es Extremadura. Para leerla pulsar aquí.