Supongo que ya lo saben. El Parlamento ruso, a propuesta de dos parlamentarias del partido ultraconservador Rusia Justa, parece resuelto a despenalizar la violencia doméstica de “carácter leve” (la que no provoca más que arañazos y moratones) y no reincidente (no más de una denuncia al año), convirtiéndola en una simple falta administrativa. Dicho con más claridad, los padres de familia rusos podrán pegarle una paliza de tipo estándar (sin lesiones graves) al año a su mujer o a alguno de sus hijos, sin exponerse más que a una multa y unos días ayudando en misa. Digo lo de misa porque la iglesia ortodoxa, que afirma estar de acuerdo con la medida, siempre que la paliza sea “desde el amor” (sic), parece la más indicada para aprovechar los días de trabajo gratuito a la comunidad de sus feligreses más impulsivos (aunque siempre “justos”)...
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