Mientras una subcomisión creada en el Congreso va tanteando la posibilidad de llegar a un futuro pacto por la educación (una tarea titánica en este país – los desacuerdos han comenzado ya, y a cuenta del propio nombre del pacto – ), el hecho es que la LOMCE ha acabado por implantarse del todo, incluyendo las reválidas (a las que solo se les ha cambiado el nombre y recortado los efectos académicos). Y no está nada claro que el gobierno vaya a derogarla. Por eso es necesario insistir en ello, así como en la defensa de una educación pública de calidad, con suficientes recursos, garante de la igualdad y el respeto a la diversidad, y con un enfoque pedagógico que atienda al desarrollo integral de las personas y no a su mera instrumentalización mercantil. Cosas que jamás vamos a lograr sin un grado suficiente de movilización ciudadana. Nos va todo en ello. A todos.De esto trata, entre otras cosas, nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo pulsar aquí.