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El poeta Miguel Hernández |
Sé que he escrito este artículo ya muchas veces. Y más que me faltaron. Lo escribí (o lo quise hacer) cuando aquello del concejal Zapata, cuando lo otro de los Tirititeros, cuando el asuntillo de Javier Krahe, cuando las múltiples querellas contra El Jueves, cuando lo de más allá con el cantante de
Def con Dos, cuando la señora detenida por llevar en el bolso las terribles siglas ACAB (“All Cats Are Beautiful)... Pues bien, ahora le ha tocado a una joven tuitera, Cassandra Vera, a la que le han pillado un alijo de chistes en su twitter sobre el magnicidio de Carrero Blanco – la mano derecha del último dictador de Europa occidental – ocurrido hace 44 años. Como ven, el listón de los chistes no permitidos por la ley ha vuelto a bajar sustancialmente. Y yo, a tener cada vez más miedo. Miedo por vivir en un país donde el Estado te puede procesar y encarcelar por contar un chiste. O ya puestos por firmar – ¿por qué no? – un artículo como este...
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