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El actor catalán J.M. Pou interpretando a Sócrates |
Sócrates (uno de esos extravagantes filósofos que enseño en clase) desobedecía a conciencia la ley – con todas sus consecuencias – cuando era expresión de la arbitrariedad de un tirano, y la obedecía a rajatabla – pese a costarle la vida – cuando era la ley de todos. En el Critón de Platón, Sócrates, pese a haber sido condenado a muerte sin motivo, y aún pudiendo escapar con facilidad, no encuentra razones para desobedecer la ley. Es más racional – piensa – dejarse matar, siendo ya viejo (y sospechando la futilidad de la muerte), que poner en peligro la autoridad de la ley que, mal que bien, nos protege a todos de la arbitrariedad de los tiranos y de la voluntad de los que no tienen más razón que la de ser más (es decir, ninguna)... Sobre este asunto (y el problema de Cataluña) va esta nueva colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo
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