A muchas de mis alumnas les repugna – dicen ellas – el machismo, pero les encantan – lo sé – los cantantes ultra-machotes que, en sus vídeos y letras, se sirven de las mujeres aproximadamente igual que los de la
manada de Pamplona. ¿Qué hacer con estas chicas “irremediablemente enamoradas” de macarras tipo Maluma?... De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo
pulsar aquí.