En un artículo reciente, la escritora Claire Dederer exponía sus ambiguas impresiones ante la obra de artistas que ella considera “monstruos morales” (Roman Polanski, Woody Allen, William Burroughs, Richard Wagner...). Todos – dice – hicieron o dijeron cosas terribles, pero también crearon obras de arte maravillosas. ¿Qué hacer, pues, con respecto a ellos? ¿Debemos apreciar su valor como artistas independientemente del respeto que nos merezcan como personas o ciudadanos? ¿O debemos vincular ambas cosas – tal como se está haciendo, por ejemplo, con los artistas acusados de abusos sexuales en EE.UU, a los que se intenta denigrar también profesionalmente – ?... De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo
pulsar aquí.