Buena parte de los colegios concertados – hablemos claro – son nichos ideológicos, cuando no, además, elitistas, que evitan en todo lo que pueden las materias comprometidas (como las alternativas a la religión) o a los alumnos inmigrantes o de entornos sociales conflictivos, y que (como se ha visto últimamente) se niegan a que se oferte formación religiosa no católica en sus aulas. ¿Donde está, pues, el pluralismo (ideológico, social, religioso...) que supuestamente proporcionan tales centros al sistema educativo del país?... Sobre la educación privada pagada con fondos públicos hablamos en esta nueva colaboración en el diario.es Extremadura. Para leer el artículo completo
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