¿Amamos como consumimos, concibiendo al otro como un mero instrumento para lograr placer, prestigio, patrimonio, colaboración, bienestar...? Tal vez ¿Pero qué hay de malo en eso? Si hay reciprocidad, sinceridad, no abusos, el intercambio es justo, ¿no?... ¿Qué hay de malo, también, en consumir una relación tras otra (hoy en día podemos permitirnos ese lujo, igual que el de conocer muchas culturas, degustar muchos tipo de alimento, de arte, de filosofía o religión? ¿Qué problema hay con todo esto? ¿Qué otro modo hay de amar y por qué ha de ser preferible al del intercambio y el consumo sucesivo de afectos?... En la última tertulia de El sol sale por el oeste, en Canal Extremadura Radio, hemos estado discutiendo de todo esto con Ana Gragera Macías, Antonio León, Enrique Hernández Diez y Alfonso Pinilla. Para escucharla
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