La "opinocracia" es el régimen en que todos se creen con derecho a tener razón, sin considerar que tal derecho (como el que se tiene a emitir sentencias o recetar pastillas) va ligado al conocimiento y la responsabilidad para ejercerlo. Este moderno prurito anti-intelectualista (según el cual tener razón es como tener pelo o bazo –no hace falta hacer nada–) le viene de perlas al poder. Cuanto más ignorante de su ignorancia sea la gente más manipulable es. Tal vez por eso no interesa que el sistema educativo garantice la formación ética y filosófica, esto es, aquella que enseña a usar correctamente la razón en (entre otras cosas) asuntos morales y políticos. Sin esa formación el debate público se vuelve estéril (aunque entretenido), algo muy conveniente para democracias que lo son de boquilla. (Sobre todo esto y más trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo
pulsar aquí).