No sé si hay alguna palabra para la narcisista manía de creer que tu propia época es poco menos que el “axis mundi” de la historia. Si no la hay debería haberla. Resulta ahora que las llamadas “fake news” (“noticias falsas”, pero si se afirma en inglés es más impactante) representan un acontecimiento histórico singular que pone en jaque a nuestra civilización y ante el que hay que tomar medidas de excepción draconianas. ¿Deberíamos agradecer, así, que ante tamaña amenaza se regule y censure la información a la que accedemos para evitar que se nos engañe y manipule, inocentes y crédulos como somos?... De todo esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo
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