Los elementos en que se asienta la retórica del nuevo capitalismo –y la organización de sus empresas– son los mismos que podemos encontrar en la retórica y el funcionamiento de la política contemporánea: la permanente apelación al «cambio», la mercantilización y manipulación de las emociones –y, en general, de la vida psíquica– , y, sobre todo, su común naturaleza fabuladora. Lo mismo que en la economía se ha pasado del management centrado en el producto o la marca a aquel otro basado en historias (el storyteller y el gurú económico en lugar del coach o el viejo mánager), en la política se ha sustituido el discurso de los fines y la ideología por la retórica de las historias personales cargadas de emociones y ejemplaridad (de los discursos parlamentarios a la secuencia de anécdotas y gestos con las que se comunica hoy el político –en interacción constante y performativa con los medios– , del sabio consejero al spin doctor, o el story spinner). De todo esto trata esta última colaboración en El Periódico Extremadura. Para leer el artículo completo
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