El labrador de Heidegger es un sujeto, lo cual significa originariamente estar sujeto (subject to, sujét à). El labrador se somete a la ley de la tierra. El orden terreno produce sujetos. Según Heidegger, el «ser arrojado» es la constitución fundamental de la existencia humana. Hoy habrá que escribir de nuevo la ontología existenciaria de Heidegger, porque ya no creemos que somos un sujeto sometido; creemos más bien que somos un proyecto que se esboza, que se optima. El desarrollo del sujeto para convertirse en proyecto, sin duda, estaba ya en curso antes del desarrollo del medio digital. Pero digamos que la respectiva forma de ser o de vida alcanza su fase crítica en maneras de expresión que experimentan su desarrollo pleno por primera vez en un nuevo medio. Hay una dependencia medial de la forma de vida. Es decir, por primera vez el medio digital consuma el proceso dentro del cual el sujeto se acerca al proyecto. Lo digital es un medio de proyecto. (Del sujeto al proyecto, 31)
Byung-Chul Han, En el enjambre, Herder, Barna 2014