... necesitamos ubicar los eventos en un contexto emocionalmente entendible, con una clara frontera moral. Algo que anule el azar o la autonomía de los agentes de la ecuación, dándole un sentido unitario.
Pero, si algo hace a la teoría de la conspiración totalmente inexpugnable es su relación con la verdad. Para el profeta de la conjura, la verdad no es algo que deba ser contrastado, sino revelado y denunciado. Así, sólo cuando los ciudadanos caigan del caballo podrán entender el plan que le ocultan los poderosos y del que ellos son meros peones. Y puede que eso no les ayude a saber de la complejidad de las cosas, lo que realmente acontece, pero al menos sí les ayudará a vivir más tranquilos.
Pablo Simón,
Tolstoi y la conspiración, El País 30/09/2019
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