Yo espero que en 30 años ya entendamos cómo funciona el cerebro. Que hayamos llegado a una teoría general que explique cómo los circuitos neuronales del cerebro generan la mente humana. Será un momento histórico. No sé cuándo va a ocurrir, puede ser mañana o puede que en 29 años. Pero será un momento parecido a cuando descubrieron la doble hélice del ADN. La neurobiología es como un gran puzzle, pero nos falta una pieza que haga que todas las demás encajen.Entenderemos qué es un pensamiento, qué es la memoria, qué es la imaginación, qué es la percepción, cómo funcionan las emociones... Va a ser como un nuevo renacimiento, los humanos vamos a entendernos por dentro por primera vez. Somos una especie mental. Entender cómo funciona la mente va a ser el nuevo humanismo, el renacimiento 2.0. Entenderemos quiénes somos. Y esto va a tener repercusiones en todos los ámbitos sociales y humanos, en la educación, en la filosofía, en la política... y también en la medicina.Estamos intentando descifrar el código cerebral, igual que los genetistas descifraron el código genético y pudieron leer el libro de la vida. Queremos hacer lo mismo en el cerebro. Tenemos unos 80.000 millones de neuronas en nuestro cerebro, que se están activando e inactivando de una forma que no podemos descifrar, pero en esas conexiones está escrita la mente humana.Llevará al desarrollo de una nueva tecnología, la neurotecnología, que permitirá descifrar pensamientos y alterarlos. Podremos cambiar la actividad mental y el comportamiento. Eso es esencial para ayudar a los pacientes con esquizofrenia, alzheimer... pero también puede llevar a manipular los circuitos cerebrales en personas sanas. Entramos en un mundo nuevo. Tenemos que saber muy bien lo que queremos y qué se puede hacer y qué no antes de empezar.El comportamiento humano se genera por el cerebro y no lo entendemos, no podemos cambiarlo. Pero cuando lo entendamos podremos cambiar la mente humana. Los médicos podremos ayudar a un enfermo mental. Pero imagina una empresa, como Neuralink, de Elon Musk, que quiere aumentar las capacidades cognitivas, la inteligencia, de las personas. La sociedad debe hacer una reflexión ahora y definir qué especie queremos ser y qué se debe hacer y qué no se debe hacer.Hace años empezamos a alertar de la falta de regulación ética de las nuevas neurotecnologías. Estoy trabajando con la República de Chile para enmendar la Constitución y proteger contra estos abusos potenciales.
Los llamamos «neuroderechos». Es un tema de derechos humanos, cuya declaración universal no se ha tocado desde 1948 y se tiene que poner al día. Chile puede ser el primer país del mundo donde estos neuroderechos se protejan en la Constitución.Podemos descifrar los pensamientos que una persona está teniendo cuando ve una proyección de vídeo. Y las grandes compañías tecnológicas ya se están metiendo en esto, el año pasado ya se invirtieron 100 millones de dólares y este año serán tres veces más. Lo que quieren son los datos cerebrales. Ya nos tienen fichados con lo que compramos o con lo que nos interesa, pero imagina que pueden tener acceso directo a lo que pensamos... El primero de nuestros neuroderechos es la privacidad mental. Queremos que los datos cerebrales, los neurodatos, sean tratados con el mismo rigor que las donaciones de órganos. No se puede comerciar con un órgano. Y no nos definimos por nuestro riñón, pero sí por lo que pensamos.
Miguel G. Corral, entrevista a
Rafael Yuste:
"La neurotecnología nos va a permitir descifrar pensamientos y alterarlos", el mundo.es 25/10/2019
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