Escrito por Luis Roca JusmetEl gran peligro de la crisis es que la rentabilicen los grupos fascistas o el conservadurismo más autoritario. De todas maneras, aunque presenten elementos comunes no hay que confundirlos. Veamos primero cuales son los elementos comunes.
El primer tema es anti-Europa. Europa se ve como un fiasco porque la integración ha sido exclusivamente monetaria, a través del euro. Esto ha hecho perder la soberanía monetaria y ha colocado a los países del Sur en una situación crítica a la mayoría de la población. El segundo tema es anti-inmigración. Muchos obreros no entienden discursos políticamente correctos como los que dicen que los inmigrantes benefician a todos porque pagan Seguridad Social, nos ofrecen diversidad cultural y aumentan la natalidad. La percepción que tienen a nivel cotidiano son los conflictos producidos por la convivencia, la falta de plazas escolares ocupadas por inmigrantes, la masificación de la Seguridad Social por su presencia o la competencia para conseguir un puesto de trabajo.. Y no tienen los beneficios de los empresarios ( más mano de obra para elegir) ni de las clases medias ( una buena oferta de trabajadores domésticos al uso).. Esto quiere decir que para no crear divisiones la cuestión tiene que plantearse no en términos de intereses sino de lucha de clases. Es decir, que hay que volver a ir construyendo una cultura socialista frente a la ideología capitalista. Es difícil y casi no hay medios pero es la única alternativa. Hasta que no entendamos que todos somos trabajadores y que el enemigo es el la lógica del capitalismo y sus agentes no eliminaremos estas divisiones.
El discurso políticamente correcto de la tolerancia no sirve porque es puramente superficial y creado por y para ocultar los antagonismos reales del sistema. Aquí hay que evitar también la mala conciencia con respecto a los inmigrantes, porque ellos también han de crear las condiciones para esta alianza y responsabilizarle de ella. Mientras no consigamos esta alianza real ( en los planteamientos y en la práctica) habrá un enfrentamiento entre los trabajadores nativos y los inmigrantes. Los humanos tenemos una doble tendencia, a la hospitalidad y a la xenofobia. Pero en situaciones críticas nos ponemos a la defensiva y aparecen las tendencias más intolerantes. Estos partidos las potencian.
Los dos puntos anteriores llevan a un nacionalismo excluyente y agresivo. Pero lo que hacen partidos como el UKIP ( Independencia para el Reino Unido) es obligar al Partido Conservador a radicalizar sus posiciones más reaccionarias. No tienen futuro político porque acaban siendo integrados por la derecha, que se vuelve más dura. En España ya la tenemos dentro del PP. Pero ojo, los fascistas están fuera y en cualquier momento pueden aparecer con fuerza.
En Grecia el grupo
Aurora Dorada es diferente. Es un alternativa fascista pura y dura. Es la lógica del totalitarismo : un pueblo, un partido, un líder. Conducen directamente a lo peor, a la destrucción de las libertades políticas y a la violencia institucional y cotidiana. es una alternativa global. Entre el UKIP y
Aurora Dorada, pero más en la lógica del fascismo están partidos como el
Jobbik en Hungría o el
Frente Nacional en Francia. Si no paramos estos partidos nos espera la segunda fase de la destrucción de las conquistas europeas. Si la primera es la destrucción de los derechos sociales la siguiente es la de los derechos políticos.
La alternativa es, evidentemente, la política, no la antipolítica. Es necesaria una izquierda que proponga alternativas, que creo que deben ir orientadas hacia una transformación radical de la Unión Europea, no a su abandono. En primer lugar porque Europa debería seguir siendo una referencia en un mundo que se polariza entre EEUU y sus aliados y el BRICS. Europa debería mantener la conquistas sociales y políticas, manteniéndose al margen de EEUU. En segundo lugar porque el poder real, que sigue siendo económico, es transnacional y hay que oponerle alternativas globales. Creo que la izquierda europea debría plantearse la lucha por la hagemonía de la Unión Europea, no su disolución.
En Europa parece que los únicos países donde se perfila una alternativa de izquierda son Grecia ( Syriza) y Portugal ( Bloco d´Esquerda). En Grab Bretaña, por ejemplo, no hay opción. En Italia ha derivado al peor itinerario posible, que es la antipolítica. En Alemania hay que ver lo que pasa. Por una parte el Partido Verde parece que ha perdido su carácter alternativo y que el Partido de izquierda ( Die Linke) se perfila como una opción clara de izquierdas. Francia y España se encuentra en un escenario ambiguo. Por una parte el PSF y el PSOE no están tan descalificados como el Partido Socialista portugués, el Partido Laborista o el Partido socialdemócrata alemán. Por otro lado su izquierda no se unifica por la tradición de personalismos y sectarismos que la acompaña.
En todo caso hay que ir sin prisas pero sin pausas a crear esta alternativa de izquierdas. Antes de que sea demasiado tarde.