Escrito por Luis Roca Jusmet
Me parece muy interesante todas las implicaciones y los debates que hay en los cambios legislativos que se proponen hoy en España respecto al menor. Las más importantes son elevar la edad legal para mantener relaciones sexuales de los 13 a los 16 años y la necesidad de de tener la conformidad con los padres para interrumpir el embarazo.La primera cuestión que se plantea es lo que quiere decir responsabilidad. Responsabilidad quiere decir responder de las consecuencias de los propios actos. John Stuart Mill diferenciación entre lo privado y lo público. Lo privado es lo que no afecta los derechos de los otros. En el ámbito privado somos responsables solo delante de nosotros mismos. Lo público es lo que afecta los derechos de los otros. Yo diría que la responsabilidad en lo privado es una cuestión ética. Y como decía Mill la moral y lo legal afectan a lo público. La moral porque son una serie de obligaciones respecto al otro que tienen como finalidad una buena convivencia. Las leyes deben basarse en la moral pero son más limitadas porque no todas las conductas pueden regularse. Las llamadas morales religiosas serían en este sentido más una cuestión ética que moral, ya que te compremeten con tus creencias y no con las obligaciones sociales respecto al otro. ¿ Porque somos los humanos responsables ? Lo somos porque sabemos lo que hacemos y cuales son sus consecuencias. Como dice Mill, si conseguimos interiorizar unas normas morales básicas basadas en el respeto a los derechos del otro la sociedad funcionaría muy bien. La psicoanalista Françoise Dolto lo formuló muy claramente : la ley que debe regular las relaciones humanas es la del respeto al otro. Esto sería un buen superyo, por decirlo así. Yo soy determinista y pienso que cada una de nuestras actuaciones es producto de una interacción de factores internos y externos. No creo en el libre albedrío pero sí parto de que al ser conscientes de lo que hacemos elegimos teniendo en cuenta las consecuencias. Si hay una norma interna esta nos condicionara y si hay una ley también. Son las reglas del juego. Cualquiera puede hacer algo diferente de lo que hace quiere decir que lo que hacemos debe ser asumido. Las leyes tienen una justificación práctica y la moral también: Mill lo planteaba bien.
El establecimiento de la mayoría de edad tiene sentido. Los humanos tenemos una formación biológica, psicológica y social. Hay un momento en ya somos totalmente autónomos ( o deberíamos serlo) y hemos de tener una responsabilidad plena. En nuestra legislación hay, de todas maneras, una contradicción. Porque resulta que los padres ( o el padre divorciado que pasa una pensión alimentaria) deben hacerlo hasta que los hijos sean económicamente independientes). Esto quiere decir que no queda claro si un hijo de veinte años estudiante que vive con sus padres que están obligados a mantenerlo es totalmente autónomo o no respecto a estos. Hay aquí una ambigüedad que es el juez, en su argumentación jurídica el que debe resolver los derechos y deberes de unos y otros. Socialmente estamos en una sociedad en la que los niños se han emancipado, lo cual tiene una parte buena y otra mala. La parte positiva es que se reconocen los derechos de niños y adolescentes. La parte negativa es que los niños y adolescentes crecen en un contexto en el que consideran que tienen derechos incondicionales sin reparar en los deberes que comportan. Esto no educa mucho en la resposabilidad. Hanna Arendt lo había denunciado cuando hablaba de las consecuencias nefastas de la emancipación de los niños. Es un fenómeno ambivalente y delicado.Los niños y los adolescentes son, de alguna manera, responsables de lo que hacen ( sin diferenciar inicialmente si las consecuencias son para ellos o para los otros) desde que son conscientes de lo que hacen. Si no fuera así, los padres y educadores no podrían premiar ni castigar. En España hasta los 14 años los niños no tienen ninguna responsabilidad penal. Porque estamos hablando de la Ley del Menor, que por supuesto no es la misma que la que funciona con los mayores de edad. Hay aquí la ambigüedad de que aquí hablamos de mayores de edad estamos considerando un colectivo que, en gran parte, no es considerado socialmente como adulto, como ya he dicho antes. Sociológicamente se considera que a los dieciocho años se es una adolescente, no un adulto. Evidentemente todos son construcciones sociales. Lo único biológicamente cierto es que se pasa de niño a adulto con un intérvalo que es la pubertad. Sabemos también que muchas sociedades no han computado este estado transitorio y que la noción de
adolescencia es moderna. También sabemos que muchas sociedad, la mayoría, pasan del estado de niño al de adulto a través de un rito iniciático. En las sociedad contemporáneas reina la confusión. Pasemos al tema que nos ocupa. Respecto a la cuestión de la sexualidad el tema es complejo. El psicoanálisis, que es quien creo que tiene una visión más matizada y clara sobre el tema, plantea con claridad que las relaciones entre niños y adultos crean un cortocuito psíquico muy nefasto. Hablando, por supuesto, de que no haya una agresión por medio. El tema de la pederastería es muy duro. Pero a veces nos olvidamos que el que un adulto se sienta atraido por niños es algo terrible para él mismo, de lo que no responsable. De lo que sí es responsable es de lo que hace y en este caso no puede hacer nada. En el cine, que yo sepa, solo una película
El leñador, protagonizada por un increíble Kevin Bacon, se ha acercado al tema con respeto. En este sentido está claro que la ley ha de prohibir las relaciones entre adultos y niños. Queda la adolescencia. Yo pienso que, como el caso de la responsabilidad penal, los catorce es una edad sensata. Considerar que entre los 14 y los 18 estamos en este tramo en el cual cada cual es responsable, de manera limitada, de sus actos. Respecto a la cuestión del aborto mis ideas van también en esta línea: a partir de los 14 años es la chica la que debe decidir, Porque es ella y no sus padres los que se responsabilizan de la maternidad y del nacido, por lo menos a medio y largo plazo. El tema del aborto plantea una cuestión más compleja respecto a si hablamos de algo privado o algo público. En temas como la legalización de las drogas o la eutanasia mi postura parte del presupuesto de Mill : son cuestiones que pertenecen al ámbito privado y por tanto es el sujeto, ya adulto, el que debe decidir. En el caso del aborto es más discutible si el feto es un otro con derechos. Aquí no hay que ser radical, hay que buscar una posturarazonable. Debe considerarse hasta un momento en el que el feto ya se considera un ser humano y hasta este límite es la madre la que tiene que decidir sobre el tema.