Luis Roca Jusmet
Hagamos un poco de historia. La UGT y la CNT son los sindicatos históricos de la clase obrera española. Cuando existía una clase obrera industrial, jornaleros y empleados modestos de servicios. Lo fue hasta la guerra civil española, provocada por la resistencia al intento militar de dar un golpe de Estado. Fueron militares para defender sus privilegios, unidos a los de la Iglesia y a los de los terratenientes del sur y los industriales del norte. Todos defendieron sus intereses de clase , fueran madrileños, anadaluces, vascos o catalanes. Fue una guerra civil porque las ideologías conservadores tenían también una base popular. Monárquicos, carlistas, falangistas, pero sobre todo católicos.Durante la Dictadura franquista los sindicatos tradicionales fueron reducidos a su mínima expresión. Aparecieron sindicatos vinculados al cristianismo disidente, como AST ( de la que surgiría la maoista ORT) o Unión Sindical Obrera. También en Eukadi se mantuvo ELA, vinculado al PNV, cristiano y conservador. De él surgió LAB, mucho más radicalizado. A partir de la representación directa de los trabajadores aparecieorn las comisiones obreras. Al estabilizarse, el Partido Comunista de España ( PSUC en Cataluña) intentó coparlas. En parte lo consiguió. Intentó hacer de CCOO un movimiento político-social de trabajadores, es decir una correa de transmisión de su política. A medida que aparecieron otras alternativas ( FLP-FOC y escisiones del PCE, como el PCI, luego llamado PTE) todas pugnaron por su control. Ya en los setenta los grupos maoistas ( PTE, MCE,ORT) hicieron lo mismo. En Euskadi fue seguramente el único lugar donde la influencia de estos grupos ( MCE en el País Vasco, ORT en Navarra) fue superior que el PCE. Todo estaba politizado, empezando por la lucha obrera. De todas maneras muchas luchas autónomas de los trabajadores se enfrentaron al control del PCE-PSUC). Mientra tanto la UGT y la CNT intentaban recomponerse. Algunos grupos troskistas ( LC, POSI) entraron en la UGT. Aunque eran pocos eran combativos y llegaron a controlar federaciones de la UGT.Con la Transición vinieron los Pactos d ela Moncloa. CCOO y UGT siguieron las directrices de los partidos que las controlaba: PCE-PSUC y PSOE-PSC. La extrema izquierda se desmanteló. La CNT consiguió resurgir como alternativa radical pero las luchas interna y sobre todo el trabajo sucioexterno lo desmanteló en parte vinculándole al atentado de la Scala.
CCOO y UGT se convirtieron en hegemónicos. La composición de sus dirigentes era heterogénea: gente politizada que veía una plataforma de lucha, sindicalistas honestos que querían defender los intereses de los trabajadores, oportunistas que encontraban ventajas en sus cargos y arribistas que querían hacer carrera en el sindicato. Porque ser un dirigente sindical tiene sus retribuciones : prestigio y poder. En algunos casos también económicas, aunque nadie, evidentemente, se hace rico como dirigente sindical. Subvenciones del Estado : pagar locales, empleados, publicidad, liberados sindicales. Creación de una élite sindical profesionalizada. Cuando dejan el sindicato pasan a la empresa privada, a hacer carrera política. Mantener el status. No son representantes de los trabajadores, tienen sus intereses propios. Cuando no se eternizan en el cargo.¿ Sindicatos de clase ? Lo eran antes, no ahora. Ahora son instituciones más o menos corportativas que, cuando toca, vuelven a la retórica de la lucha de clases. Sin imaginación, sin iniciativas. Repitiendo lo mismo de siempre.Ahora la UGT andaluza ha mostrado que la cosa ha ido más lejos. Utilizar fondos públicos para beneficios privados. Ni más ni menos. Ya pueden hablar de la "derecha más rancia" como protagonista de los ataques. Es lo que se llama una falacia "ad hominem": defenderse atacando al que hace el ataque, no argumentando en su contra.Es lo que hay. No soy un purista que se escandaliza. Lo único que digo es que yo no tengo nada que ver con esta gente. Me puedo unir con ellos contra la pñlítica antisocial de la derecha. Pero que no me expliquen cuentos ni me pidan que meuva un dedo por mantener sus privilegios.