Escrito por Luis Roca Jusmet
Mi gran paradoja es que soy determinista y al mismo tiempo defiendo la libertad. Para mí, la base de la libertad no es la indeterminación sino la autodeterminación. Es libre el que se autodetermina, es decir, el que se determina por sí mismo. ¿ Que quiere decir autodeterminarse ? Quiere decir que no nos determinan ni los otros ni nuestras pasiones. Nos determinan los otros cuando nos dominan. Nos dominan cuando deciden por nosotros : es lo que se llama la servidumbre voluntaria. Políticamente ocurre cuando no hay democracia.
Éticamente ocurre cuando nuestras decisiones personales son conducidas por los otros. Cuando somos niños deciden por nosotros. Formalmente vamos ganando en capacidad de decisión pero debe concretarse en los procesos reales. Cuando somos autónomos no nos dominan. Nos dominan también nuestras pasiones cuando reaccionamos automáticamente, cuando nos dejamos llevar por los impulsos, cuando nos inhibe el miedo o la vergüenza. La libertad interna implica un trabajo. Este trabajo me parece que tiene básicamente tres aspectos : el primero es la conciencia. Saber lo que nos pasa y porque nos pasa, saber lo que queremos y porque lo queremos, Es lo que Spinoza llamaba las ideas adecuadas. Las ideas inadectuadas son las confusas, las que surgen cuando nos atrpan las emociones.
El segundo aspecto es la voluntad. Juan Antonio Marina escribió un libro hacer años que se llamaba En busca de la voluntad perdida porque parece un concepto importante que se ha perdido. La voluntad es poder, poder hacer, en el sentido de Spinoza. Es la capacidad de transformar la intención ( acto mental) en decisión ( acto físico).
El último elemento es el autodominio. Foucault lo recupera de los antiguos : no ser un esclavo de uno mismo, de las propias pasiones.
Philippe Pettit ha desarrollado políticamente una idea de libertad como no-dominación que seria el complemento político de este planteamiento ético.
La autodeterminación también está determinada : esta es la solución de la paradoja. Es decir, esta capacidad de consciencia, esta voluntad y este autodominio no dejan de depender del potencial de cada uno. Y este potencial es una base genética que se va transformando por las experiencias. Nadie elige ni su temperamento ni sus experiencias.
Kant se equivoca cuando dice que la base de la libertad es la indeterminación. También Schopenhauer cuando plantea que el dterminismo forma parte del mundo como representación y la libertad del mundo como voluntad.