Hotel Ruanda es una película interesante. Nos permite ver lo que ocurrió en Ruanda hace veinte años, en abril de 1994, que desencadenó el terrible genocidio de los hutus sobre los tutsis y la indiferencia del mundo occidental y de la ONU delant de lo que se estaba desarrollando delante de us ojos.
Pero lo que sobre todo se demostró hace 20 años, una vez más, es que el nazismo no fue una excepción y que las causas que lo generaron pueden desencadenarse en contextos diversos. ¿ Cuales son las las condiciones para que ocurra ? ¿ Cuales fueron las causas ? Primero. Es universal porque se refiere a la condición humana manipulable. Hay en los humanos una tendencia a dejarse manipular, presente en todas las culturas porque es estructural, que debe ser combatida en cualquier proyecto y proceso emancipatorio.
Segundo. También es estructural. En situaciones difíciles los humanos buscamos un chivo expiatorio, alguien a quien culpar y sobre el que descargar el odio generado por nuestra frustración. Debe igualmente ser combatida transformando este resentimiento en una lucha por el cambio social contra los verdaderos responsables de los problemas. Tercero. Los procesos que conducen a grupos humanos a una identidades única llevan al sectarismo, a la violencia y en el límite al genocidio. Cuando un grupo se identifica de manera absoluta con una propiedad única, real o imaginaria, se crean las condiciones para el desastre.
Todo estos elementos se dieron en Alemania cuando aparició el nazismo y más tarde en Ruanda. Las identidades únicas son particulares, son identidades de grupo. Nos hacen perder la dimensión universal de ser humanos y ver al otro como un humano. Nos hacen perder nuestra singularidad porque sólo nos reconocemos y nos valoramos en el grupo con el que nos identificamos. Genera una servidumbre voluntaria al Ideal y al líder. Es un Ideal con una lógica excluyente que niega al otro. Y la última fase para la negación del otro es eliminarlo.
Los fundamentalismos de la identidad única se manifiestan hoy en forma de nacionalismos, de religiones y en las ideologías totalitarias. Muchas veces aparecen mezclados.Lo que no quiere decir que el nacionalismo o la religión conduzcan a ello pero continienen su posibilidad. En cuanto a las ideologías políticas está claro que ocurre cuando son totalitarias. La vacuna es siempre el respeto y la democracia.
Vayamos al caso de Ruanda, por lo que tiene de significativo. Son dos etnias construidas artificialmente por los colonialistas belgas que aprovechan posteriormente líderes políticos sin principios morales. Tú eres hutu, el otro es tutsi. No hay diferencias objetivas, solo hay identificaciones imaginarias. Conducen a la locura colectiva. Los alemanes no eran peores que los judíos, ni los tustsi que los hutus. A unos los convierten en verdugos y a otros en víctimas. Con una ideología planificada con precisión que actúa casi sobre el inconsciente. Estos líderes terribles, sin escrúpulos, con una sed insaciable de poder, llenos de odio, saben llegar a lo más profundo de las masas para conducirlas al genocidio.Se crea un imaginario colectivo que lo permite y lo exige.
Pero la película también nos permite aproximarnos a las excepciones. Los que saben mantener su dignidad y su juicio en esta locura colectiva. Como alguién que piensa inicialmente en su interés y en el de su familia es capaz de abrirse finalmente a la compasión hacia el otro humano.
Pero el genocidio de Ruanda plantea otras cuestiones importantes.
Una es la cuestión de la reconciliación. ¿ como pueden los genocidas volver a convivir con las víctimas ? Parece que en Ruanda se está intentando y habrá que valorar, con más tiempo, la experiencia.
La penosa intervención ( o mejor dicho : no intervención ) de la ONU, que en esta ocasión quedó totalmente descalificada.
La hipocresia de las grandes potencias y sus responsabilidades sería otro tema analizar.