Escrito por Luis Roca Jusmet
Leí en el periódico, hace ya unos días, que un hombre joven, de 26 años, tuvo encerrada a su mujer durante un año en su casa de Alicante. Parece que durante este tiempo la agredía de manera sistemática.. La noticia, por desgracia, no sorprende. Lo que sí sorprende algo más es que el padre del hombre conviviera con ellos. O que los vecinos no se dieran cuenta de nada y por el contrario le pareciera una pareja muy enamorada y que el hombre tenía una actitud muy amable con su mujer. La sociología nos permite explicar estos hechos bajo la idea del dominio masculino. Padre e hijo comparte el mismo desprecio hacia la mujer. La presión, el miedo y la vergüenza la mantienen callada hasta que explota por lo insoportable de la situación.
Pero se mantiene algún enigma que no explica la sociología. El hombre, dice la mujer, cambió de actitud radicalmente cuando tuvo un hijo. El hombre estaba obsesionada porque el ginecólogo le había visto los genitales. ¿ Como se explica esta cambio radical de conducta ? No lo explicará la sociología. ¿ lo explicará la psicología ? Siempre he mantenido que la psicología es una pseudociencia. Lo único científico son las neurociencias pero son incapaces de explicar el sentido de lo que hacemos. Considero que la única teoría consistente que arriesga explicaciones es el psicoanálisis. Sobre todo el psicoanalisis lacaniano, que entiende la psicosis como una estructura y no como un síntoma.La psicosis es una estructura en la que falta algo que podemos compensar con identificaciones imaginarias pero que se sostiene de una manera muy precaria. y cuando deja de sostenerse aparece lo insoportable y hay que compensarlo con un delirio paranoico. Justamente Lacan decía que lo que ha fallado en la psicosis es la función paterna. Por esta razón cuando un psicótico sin síntomas ocupa el lugar del padre es cuando todo se derrumba. ¿ Qué pasa entonces ? Que se defiende construyendo una metáfora delirante, como el sujeto que nos ocupa, basado en los celos.
¿ Quiere decir esto que este hombre no tiene responsabilidad ? De entrada, la tiene. la reclamó un psicótico como Althusser cuando se le encerró en un psiquiátrico después de estrangular a su mujer. Luego el tribunal decidirá. El tema es complejo porque la responsabilidad la tenemos cuando sabemos lo que hacemos y sus consecuencias. Si para evitar lo insoportable en su psiquismo impone una vida insoportable a su mujer esta tiene derecho a ser protegida y a que el otro pague por lo que ha hecho. Digo pagar porque la justícia retributiva quiere decir que quien la hace la paga. Al lenguaje políticamente correcto no le gusta hablar en estos términos tan crudos pero es así. Ya puso de manifiesto Foucault que la idea de la prisión como reinserción fue totalmente ilusa por ingenua. La cárcel no redime a casi nadie y seguramente no puede hacerlo. Pero el que es capaz de agredir o destruir al otro por su impotencia debe responsabilizarse por lo que hace. El tema si su conducta está determinada o no debe determinarlo el juez. Filosóficamente podríamos incluso considerar que todas las conductas están determinadas, como decía por ejemplo Spinoza. Pero es igual. La ficción de la libertad de elegir es un axioma que hemos de considerar para exigir responsabilidad penal. Kant consideraría que no hay responsabilidad moral y el razonamiento es rigurosos. Pero la responsabilidad penal, como decía Nietzsche, se establece en todas las sociedades no sobre la base del libre albedrío sino del de la deuda social. El que perjudica a la sociedad debe pagar por lo que ha hecho. ¿ Que podemos exigir para que esta deuda sea pagada ? Que la persona que hace algo que tiene consecuencias para el otro pueda pensar en ellas y a pesar de todo actué. Solo con casos de crisis esquizofrénicas en la que el sujeto pierde el principio de realidad y su propia identidad, como en el famosos caso de
El estrangulador de Boston esto tiene sentido. A pesar de su paranoia el sujeto del que hablamos sabía lo que hacía y para no sufrir él hacia sufrir al otro.
La película
Él de Buñuel y que el mismo Lacan consideraba un caso ejemplar de paranoia, ilustra muy bien el tema del que hablamos.