Turismo familiar en Budapest. Como siempre, una experiencia valiosa. Aprender a moverse, a relacionarse, a aprender en un escenario nuevo. Una experiencia compartida única. Con sus mejores y peores momentos, por supuesto, porque la convivencia no es fácil, pero globalmente muy positiva.
Pero hablemos de Budapest, ciudad muy acogedora e interesante. Antes de llegar no sabía prácticamente nada de la ciudad : algunas noticias históricas desilvanadas, la literatura de Sandor Marai y la excelente película de Costa-Gravas, "La caja de música".
Es impresionante la vista del Danubio, atravesando las dos partes de la ciudad, Buda y Pest ( que antes eran independientes). Están unidas por ocho puentes y conectados con una pequeña isla entre las dos partes de la ciudad : la isla Margarita, que viene a ser como un inmenso y magnífico parque para la ciudad. Las colinas de Buda y de Géller resultan impresionantes, con excepcionales vistas sobre la ciudad.
Budapest está asentada sobre una falla que contiene más de cien manantiales termales. A través de una adecuada infraestructura dispone de muchos balnearios con piscinas y baños termales, algunos espléndidamente decorados ( como los de Szt.Géllert en un original estilo
art nouveau). Un auténtico placer pasarse unas horas relajado en cualquiera de ellos.
El Parlamento. sede de la Asamblea Nacional, y el Palacio Real son brillantes monumentos de la época imperial. Resulta curioso el contraste de este tipo de edificios con los propios de la etapa de socialismo real y otros tipo
art nouveau. La Gran Sinagoga y la Basílica de San Esteban, principal iglesia cristiana, de estilo neogótico, son otras joyas arquitectónicas.
Pero lo mejor es la inmersión en la ciudad, paseando y observando. Para un lector obsesivo como soy resulta un placer visitar las exquisitas bibliotecas. Es una ciudad bien comunicada por transportes públicos ( metro, tranvía y autobús) y donde resulta fácil orientarse, lo cual es un alivio para gente tan desastrosa en este sentido como yo. me resultó también muy agradable ver una ciudad que, como mi Barcelona natal, tiene unos mercados animados y variados llenos de sorpresas.
Investigo algo la historia política de Hungría, intensa como pocas. Comienza el siglo XX formando parte del Imperio Austro-Húngaro, con Budapest como segunda capital, después de Viena. Después de que el Imperio iniciará la Primera Guerra Mundial al declarar la guerra a Serbia, la pierde desintegrándose como tal. Hungría se separa de Austria pero pierde más del setenta por ciento de su territorio. Vive una experiencia de gobierno radical basado en los consejos obreros. tras su fracaso gobierna un partido autoritario, ultraconservador y antisemita que se alía con la Alemania nazi. tras la sospechas fundadas de este último de que ante la inminente victoria de los aliados acabe pactando con éste, Hitler provoca un golpe que da el poder al partido pronazi, Cruz Flechada, que realizará una auténtica masacre de judíos, gitanos, comunistas y socialistas. Las tropas soviéticas liberan Hungría y se convocan elecciones, que gana el partido de los pequeños campesinos, clase social dominante en la Hungría de la época. Pero la Unión Soviética manipulará unas elecciones anticipadas dando el poder al partido comunista. Posteriormente hay la sublevación popular de 1956, que acabará aplastada por los tanques soviéticos.
Aquí aprovechado para hablar del Museo del Terror. Encontramos en este inmenso y singular edificio una escenografía y amplia documentación sobre la devastadora represión de los dos sistemas totalitarios que vivió Hungría, el pro-nazi y el soviético.
En Hungría contemplamos una transición gradual al capitalismo y al parlamentarismo a partir de la propia transformación del partido comunista. Sin profundizar en el tema solo señalar que fue la propia izquierda la que generó una política neoliberal y de privilegios para los políticos. Lo que observamos hoy es algo sobre lo que vale la pena pensar. Ante la resistencia de la gente común a los efectos de la globalización del capitalismo actual y a falta de alternativas creibles de izquierda la orientación del voto es hacia la derecha autoritaria y nacionalista. es lo mismo que representa el Frente Nacional en Francia. Aquí ganaron las últimas elecciones. Wallernstein dice que el sistema capitalista con su lógica de acumulación indefinida de capital en una economía-mundo está a punto de acabar porque ya no tiene recursos para mantenerse. en esta situación de crisis apunta que parecen abrirse dos opciones : o gobiernos autoritarios, autárquicos y nacionalista u opciones más democráticas e igualitarias. parece que Hungría va por el primer camino. Seguramente lo podríamos caracterizar como un país semiperiférico hoy en la economía mundial. Budapest vive en gran parte del turismo ( básicamente italiano). Hay una cierta clase media, que se divierte en las encantadoras terrazas que hay en toda la ciudad, en los balnearios y fitness y que se preocupa mucho por la imagen. Pero se respira una cierta pobreza, con mucho desocupado y trabajo precario.
En todo caso una ciudad que vale la pena visitar y respirar bastante asequible económicamente. No os lo perdáis, si tenéis la oportunidad de hacerlo.