Escrito por Luis Roca Jusmet
Este 20 de diciembre tenemos elecciones en España. Digo España y no Estado español porque es la manera como nos referimos a cualquier Estado. No decimos Estado francés sino Francia, Estado holandés sino Holanda. Tampoco digo Reino de España porque aunque tengamos elementos monárquicos nuestro Estado es básicamente republicano. Lo es porque es un Estado de Derecho basado en la separación de poderes, porque hay elecciones parlamentarias y porque el gobierno surge de este Parlamento. Lo hay porque hay libertades políticas ( aunque algunos las recorten. Lo es porque somos ciudadanos y no súbditos ( incluso en la letra de manera más clara que por ejemplo el Reino Unido).
Tenemos elecciones en un escenario difícil. Estamos padeciendo las consecuencias de una crisis económica que sigue teniendo efectos devastadores. Vivimos en un país donde las desigualdades socioeconómicas se van profundizando : los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres. La clase media, que es un índice importante de igualdad social ( aparte del que acabo de mencionar) va disminuyendo. El paro no disminuye. Los derechos laborales han disminuido con la reforma laboral y los sociales con los recortes en sanidad, educación y dependencia..Las jubilaciones están en peligro.Se ha aplicado una política económica neoliberal que ha tenido todas las consecuencias que acabo de mencionar. La corrupción que va apareciendo pone de manifiesto décadas de corrupción y de redes clientelares. Se ha aprobado una Ley educativa sin consenso y que no ofrece una buena solución a los graves problemas educativos de este país. Digo lo que me parece más manifiesto pero se podría seguir profundizando. Hemos padecido por tanto las consecuencias del gobierno del PP, un partido neoliberal en lo económico, neoconservador en lo social, con una estructura partidaria afectada por la corrupción y con unos dirigentes políticos en general bastante incompetentes. Esto significa claramente que es necesario un cambio. Los movimientos del 15-m, de los indignados y la aparición de nuevos partidos emergentes con buenas expectativas de voto son síntomas de todo ello.
A todo lo anterior sumemos el problema catalán. El problema catalán es la aparición en Cataluña de un movimiento independentista que tiene mayoría en el Parlamento autonómico y que desde esta mayoría quiere poner en marcha un proceso unilateral hacia la secesión de España.
A la hora de votar tengo en cuenta varios factores. Hablo desde mi perspectiva política de socialdemócrata radical y consecuente. El primero es que no pienso que haya que optar por una salida de Europa y del euro. Me parece muy arriesgado y además nadie con posibilidades de voto lo plantea. Pero al margen de lo anterior me parece que hay que apostar por una Europa política unida y por tanto reformar este marco antes de dinamitarlo. A nivel internacional lo mejor que tenemos es lo mejor que se ha conseguido en Europa : un Estado de derecho que sea capaz de garantizar derechos individuales, sociales, laborales y políticos. No tenemos otra referencia, aunque esta sea imperfecta. Por tanto debe salir un gobierno que luche por esta Europa política y no monetariamente unida, guiado por un ideal socialdemócrata y no neoliberal.
El segundo factor es que debe reformarse la Constitución. Esto no quiere decir que hayamos de aceptar lo que está pasando : de idealizar la Constitución a demonizarla. Se trata de buscar una estructura federal más equitativa y más eficiente que la tenemos. No hace falta decir que el Ejército debe garantizar la unidad de España. Aunque esta hay que suponerla en la Constitución y no debe hablarse de autodeterminación de lo que ahora se han llamado nacionalidades. Y que si a partir de ahora se llaman naciones sería bajo la suposición de que una nación no es soberana. El elemento de soberanía no deja de ser un residuo medieval. Yo no hablaría de soberanía sino de un Estado de Derecho formado por ciudadanos que eligen a sus representantes ( y que tienen unos derechos que son los que contempla la Constitución). No debe contemplarse el referéndum como un derecho. Otra cosa es que si una parte muy importante de la población de una nacionalidad o región ( pongamos el 70% ) quiere la independencia entonces habría que contemplar esta posibilidad. Peor no es el caso de Cataluña, que está polarizada mitad por mitad y donde se ha manipulado sistemáticamente a la población ( lo sé porque soy catalán) en la línea independentista. El gobierno que salga, por tanto, no debe plantearse la solución el referéndum. Deben buscarse soluciones desde la negociación de competencias y financiación.
Habría que eliminar la mención a la Monarquía en la Constitución aunque ahora no hayan fuerzas para eliminarla. Habría que ser valiente y eliminar los acuerdos con la Santa Sede. También modificar el sistema electoral, planteándose el voto igualitario, las listas abiertas y otras cuestiones que habría que discutir. Hay que introducir el derecho al aborto libre y gratuito y la eutanasia como derechos contemplados en la Constitución.
El problema fundamental es, de todas maneras, el del paro. El paro debe combatirse con inversión pública, con medidas para facilitar los créditos a las empresas y a los autónomos, a las cooperativas especialmente. Debe eliminarse la última reforma laboral y potenciar los contratos indefinidos. Debe subirse el salario mínimo y garantizar una renta mínima para los que no pueden trabajar. ¿ De donde sale el dinero ?. Primero de la voluntad política de luchar de manera eficiente contra el fraude fiscal. Segundo de la implementación de un sistema fiscal realmente progresivo. Tercero de reducir gastos innecesarios y de revisar las prioridades. La inversión pública debe ser sobre todo en sanidad, educación y dependencia, por supuesto.
¿ Qué votar entonces ? Descarto el PP por lo que he dicho. Por supuesto también las opciones independentistas porque como socialdemócrata no soy nacionalistas y quiero mejorar las condiciones de vida de los que forman parte de las clases trabajadoras españolas, entendiendo por ello la clase obrera y la clase media.
Opción Izquierda Unida. Esta opción queda descartada porque no se presenta en Cataluña. Su referente, EuiA, ha entrado en el juego soberanista del referéndum en la candidatura llamada
Podem comú, una amalgama que no es capaz de entender que ser de izquierdas quiere decir luchar contra el nacionalismo. Izquierda Unida, por otra parte, ha perdido la oportunidad histórica de ocupar el lugar de la izquierda democrática en el momento de crisis del PSOE. Fuera de Cataluña tiene una credibilidad pero en Cataluña se ha disuelto en el soberanismo y simplemente no existe como opción política propia.
Opción Recortes cero-Verdes. Sería, desde Cataluña, una opción coherente de la izquierda no nacionalista. Pero ya no creo en las opciones minoritarias y maximalistas.
Opción Podemos. En Cataluña ha mostrado sus prácticas antidemocráticas, la falta de consistencia de sus dirigentes y su ambigüedades permanente en el tema independentista, entrando siempre, como mínimo, en el juego soberanista. Podem en comú, como he dicho en la opción anterior, se decanta por la peor opción que hay en estos momentos para resolver el tema catalán, que sería la de defender un referéndum inmediato, que acabaría de fracturar a la población catalana en un contexto de manipulación sistemáticas de las instituciones catalanas a favor de la opción independentista.
Opción Ciudadanos. Este partido aparece en Cataluña como una opción crítica al nacionalismo. Finalmente gana la opción de la derecha liberal frente a la de izquierdas en su dirección y va derivando hacia el liberalismo con un líder, Albert Rivera, que para mí es poco fiable.En un momento, en las europeas, se alía con grupos de la extrema derecha populista. En Madrid se alía con el PP. Su programa parece más orientado hacia el neoliberalismo que hacia la socialdemocracia. hay el peligro de una coalición con el PP.
Opción PSOE. El PSOE ha tenido sus luces y sombres, seguramente más sombras que luces. Desde Cataluña el PSC me parece que presenta una diversidad más amplia que el PSOE. El PSC se ha librado de nacionalistas y de oportunistas y ahora tiene un carácter más abierto y una orientación más claramente socialdemócrata y federalista, auqnue a mi modo de ver aún tiene residuos nacionalistas.
Por lo que estoy diciendo podemos deducir que mi voto será al PSC y desde este voto mi apuesta es por un gobierno PSOE-Podemos. Deben hacer ambos partidos un esfuerzo para suprimir sectarismos y personalismo. Y Podemos ha de olvidarse de su propuesta de referéndum en Cataluña, por supuesto, para que esta opción sea posible.
En todo caso hay que reconstruir en España y en Cataluña un frente de izquierdas que debe incluir al PSOE y el PSC porque sin ellos no será posible. Mi opción es trabajar desde el PSC para luchar porque sea realmente una alternativa de izquierdas que pueda agrupar al resto de la izquierda plural. No veo otra opción posible, sinceramente.