Escrita por Luis Roca Jusmet
Esta entrada no tiene nada que ver con el libro de Zizek llamado La violencia, que e suno d elos pocos que no he leido. Es un apunte breve y personal a la que adjunto esta todavia mas breve intervención de Zizek.
La violencia existe. Entiendo por violencia una pulsión humana, posiblemente exclusivamente humana.Digo posiblemente porque los humanos tenemos una perspectiva humana y desde esta perspectiva construimos nuestras creencias sobre nosotros mismos y sobre los animales. los etólogos investigan y, si no me equivoco, dicen que la agresividad animal es funcional, tiene siempre una finalidad que es la defensa o el ataque para sobrevivir.
Decir que la violencia es una pulsión me remite a Freud. Para Freud las pulsiones son como los instintos descabezados de su dina´mica natural. Es lo que nos pasa a los humanos una vez pasamos a ser seres parlantes sometido a la ley. Es lo que Lacan llamaba el asesinato de la cosa natural. Pero en Freud hay una cierta ambigüedad cuando habla de la ambivalencia entre Eros y Tanathos, el Amor y el Odio. Porque cuando formula su pulsión de muerte lo hace como una tendencia de los seres vivos a la aniquilación, no al hacer daño al otro. Será más bien a la autodestrucción: adicciones mortíferas, suicidio, anorexia... Puede haber sadismo cuando la pulsión sexual se une a la agresividad. pero la agresividad, como bien formuló posteriormente Lacan, es diferente de la pulsión de muerte. la agresividad forma parte del registro imaginario, de la rivalidad, de la afirmación delante del otro. Como en los animales. Pero la pulsión de muerte es algo que, como el sexo, se nos impone porque no acaba de ser simbolizado ni representado. La violencia sería esta pulsión de muerte, destructiva, proyectada hacia el otro. Luego tenemos la versión de Spinoza que considera que la violencia es una manifestación del odio y que el odio es lo que sentimos contra el que consideramos causa de nuestra desgracia, de nuestra tristeza. En este sentido el odio está vinculado también a lo simbólico, a las creencias que surgen de nuestros logos ( razón-lenguaje). En todo caso todo son piezas para entender el complejo tema de la violencia humana.
En todo caso la violencia exista y hay que ver que hacemos con ella. Nuestra sociedad ha hecho un tabú de la violencia en el lenguaje políticamente correcto. No podemos decir odio, venganza, crueldad porque suena mal. Pero todos los humanos odiamos, a veces somos crueles y vengativos. hay que partir de la ambivalencia humana porque si no estamos construyendo castillos en el aire y la violencia estalla por el lugar más inesperado.
Respecto a la relación de la violencia y la política es muy difícil afirmar que nunca es justificable.A veces contra la violencia solo puede oponerse la violencia. Pero siempre es una mala solución porque su lógica es destructiva y lo que acaba saliendo de ella acostumbra a ser una forma de totalitarismo. Los gobernantes forjados en la violencia se han deshumanizado y es muy peligros que gobiernen la sociedad personas tan endurecidas y deshumanizadas. La violencia de destruir para criticar me parece, en todo caso, nefasta.
No me convence la no-violencia como ideología política. Gandhi fue su máximo defensor y hoy es una figura cuestionada porque muchos piensan que había en él mucha violencia reprimida. En todo caso después de la revolución no-violenta de la India se desencadenaron manifestaciones de una violencia interna sin precedentes, que dio lugar a la aparición de Pakistán, en primer lugar y de Bangladesh en segundo lugar,Conozco además la versión catalana de la no-violencia, que fue la que representó Lluís María Xirinachs, que acabó mitificando la violencia de ETA.
La violencia es la peor soluci'on pero a veces hay que apostar por lo peor.