Escrito por Luis Roca Jusmet
El libro "No te olvides de vivir. Goethe y la tradición de los ejercicios espirituales es casi el testamento de la obra escrita de Pierre Hadot. Su amor a la vida, la vinculación que establece entre el aprender a vivir y el aprender a vivir, hace que este libro sea un auténtico testimonio de su manera de entender la filosofía y la propia vida. Uno de los temas que aparece es la vinculación filosófica entre Goethe y Nietzsche. El hecho es que Goethe es casi el único alemán del que Nietzsche habla con respeto y admiración.
Pero es fácil seguir el hilo, como señala Hadot, que va de Goethe a Nietzsche. Ambos comparten la afirmación de la vida entendida como devenir y una conciencia cósmica desde la que abrazar este amor a la vida. También una ética que tiene mucho de estética, en la que el arte es un elemento fundamental, empezando por hacer de la propia vida una obra de arte. Hadot habla incluso de una perspectiva panteísta y ve en Goethe un precedente de la visión dionisíaca de Nietzche.
Voy a añadir dos anotaciones. La primera tiene que ver con Schopenhauer. La segunda con un comentario de Stefan Zweig.
Como es sabido su madre conocía y admiraba profundamnte a Goethe, que nunca le reconoció mérito alguno. Es justamente Schopenhauer y no Goethe el que aparece como antecedente de Nietzsche. Tiene su sentido por la primera admiración del joven Nietzsche hacia Schopenhauer. Pero finalmente Nietzsche verá en Schpenhauer un nihilista al que combatir. Pero Goethe permanecerá siempre como una influencia secreta.
La otra cuestión interesante es la que señala Stefan Zweig en su libro "La lucha contra el demonio". Señala a Goethe como una fuerza centrípeta y a Nietzsche como una fuerza centrífuga. Es decir que Goethe utilizará su energía para construirse y Nietzsche, finalmente, para destruirse. Un punto de vista interesante. Pero Hadot, siempre tan positivo, se olvida del aspecto destructivo de la personalidad de Nietzsche y de lo excesivo de alguno de su planteamientos.