Escrito por Luis Roca Jusmet
Slavoj Žižek tiene unas claras preferencias filosóficas : Descartes, Kant, Schelling, Hegel. Y por supuesto el antifilósofo Jacques Lacan. Antifilósofo en el sentido de Alain Badiou, es decir como un exceso filosófico. De todos ellos, por supuesto el axioma es Lacan porque Slavoj Žižek considera que la filosofía es siempre dogmática. Dogmático es el fundador de una escuela porque apuesta por un axioma. Dogmático es el que la sigue, es un escolástico en el buen sentido de la palabra. El filósofo esloveno es lacaniano y forma por tanto de esta escolástica. Los otros filósofos son visto siempre desde su perspectiva lacaniana.
Nietzsche no forma parte de estos filósofos que han formado parte de sus influencias y con los que simpatiza aunque los critique: Descartes, Kant, Schelling, Hegel, Marx, Heidegger.
De todas maneras de Nietzsche habla bastante, sobre todo en su libro filosófico esencial : "Visión de paralaje". En otras ocasiones ha expresado su poca afinidad con Nietzsche, sugiriendo que si podemos entender el estalinismo como una derivación de Marx también hay que hacerlo respecto al nazismo en relación a Nietzsche. No comulga, por supuesto, con el individualismo aristocratizante de Nietzsche ni con su idea del super-hombre. Aunque la idea nietzscheana del "último hombre" que se acomoda al nihilismo si que puede profetizar este individuo postmoderno que Žižek tanto desprecia, O incluso su anuncio de la "Muerte de Dios" como el anuncio del final del discurso del amo y el paso al dominio del discuso universitario.
En todo caso la reflexión crítica sobre Nietzsche que me parece interesante es la que plantea la contradicción entre dos concepciones de la verdad de Nietzsche. Una aparece en libros como "Más allá del bien y del mal" y en "Así hablaba Zaratustra", en los que la verdad aparece como algo doloroso que hay que asumir. Mirar la verdad de cara es una de las tareas del camello como paso hacia el super-hombre, en su capacidad de cargar con el peso de lo real. En cambio, en su texto juvenil "La verdad y la mentira en sentido extramoral" formulará una concepción de la verdad como ficción que mantendrá en muchas ocasiones a lo largo de su obra y que supone una concepción relativista de la verdad, d ela que precisamente muchos postmodernos beberán. Hay por tanto una visión de la verdad que puede conducir a una posición ética de la vida entendida como un combate y otra de la vida como un juego. Para Žižek el problema de Nietzsche es que no es capaz de soportar la tensión entre este paralaje, es decir entre dos perspectivas antagónicas sin sintesis posible.
En un artículo llamado "El viraje de lo Real : Nietzsche, Hegel, Lacan" Žižek también plantea una visión paradoja de Nietzsche, que tiene algo de verdad, : ¿ No es Nietzsche con su concepción del eterno retorno y de la redención a través de la asunción del existir con el dolor que comporta una nueva versión de Cristo ?. Lo que sí es cierto, como dice el filósofo esloveno, es que toda la agresividad de Nietzsche contra el sacerdote y el cristianismo cuando habla de Nietzsche se torna ambivalente y precisamente en "El anticristo" muestra una fascinación evidente hacia el personaje.