Escrito por Luis Roca Jusmet
La teoría del conocimiento de Žižek sigue una línea que va de Descartes a Lacan pasando por Kant y Hegel. Como buen lacaniano el punto de partida es Descartes, al que no lee desde un planteamiento en el que funda un sujeto substancia sino en el que inicia un horizonte a partir del sujeto vacío. Esto quiere decir que el sujeto cartesiano no es la mente sino un sujeto sin atributos porque funda la subjetividad como punto de partida. El sujeto de Descartes es así un sujeto de enunciación, no un sujeto del enunciado, un yo que es una entidad con unos atributos. Este sujeto es el que permitirá la instauración de una ciencia centrada en el obejto porque el sujeto no es nada, aparte de ser el que constituye el objeto. Pero deberemos pasar al sujeto trascendental de Kant para entender que el sujeto es el que construye el objeto, no que los objetos, como Dios y el mundo, se deducen a partir del sujeto. El sujeto trascendental, al igual que el objeto trascendental son hipotéticos porque luego deben ser empíricos, debe existir la experiencia para que tengan un contenido. Con Hegel pasamos, dice Žižek, a un sujeto concreto, histórico y que proyecta lo patológico ( la pasión ) en el objeto. Concepción de Hegel que va más allá de los tópicos y que es, por supuesto, polémica.
Tenemos por tanto una teoría del sujeto a partir de la línea Descartes-Kant-Hegel. Lo que añade Lacan en su seminario XI es la noción de anamorfosis, que quiere decir que en lo que vemos está la mancha de nuestra propia mirada. Vemos, por decirlo, así nuestra propia mirada. En realidad hay todo un proceso a través del cual el sujeto cartesiano, que parece el ojo de Dios porque es como alguien que mira el mundo desde fuera se va convirtiendo en parte del mundo, por lo que es un sujeto manchado por su propia mirada : el sujeto no puede verse a sí mismo pero el sujeto es parte de lo que ve. Acabamos así de una manera compleja la cuestión.
Lo que aporta Žižek es la noción de paralaje, que es un término que se utiliza para explicar un fenómeno astronómico : cuando miramos un planeta desde dos perspectivas diferentes cambiar la posición del planeta. El que aplica esta cuestión al conocimiento humano es el fiósofo japonés Kojin Karantini y a partir de él el propio Žižek.El paralaje es la diferencia entre las dos viisones. No se trata del principio de indeterminación, que plantea que la mirada del sujeto cambia el objeto sino de que hay dos miradas subjetivas que transforman el objeto y por tanto podríamos decir que hay dos maneras de configurar el objeto. Un ejemplo sería la famosa foto en que puede verse una joven o una vieja. ¿ Es una joven o una vieja ? Digamos que es una mancha que puede ser las dos cosas. Volvemos a las antinomias de Kant y a la dialéctica de Hegel, sin síntesis posible. La elección es entonces práctica, como cuando Kant plantea que hay que elegir la libertad frente a la necesidad para dar al ser humano la responsabilidad de sus actos.