Escrito por Luis Roca Jusmet
Howard Gardner se inventó la teoría de las inteligencias múltiples, así como Daniel Goleman se inventó la teoría de la inteligencia emocional. Lo único evidente es que a partir de sus respectivas teorías los dos se han hecho ricos. Que hayan ganado mucho directo con todas las publicaciones y eventos que se derivan de sus respectivas hipótesis no las invalida, por supuesto. pasemos, pues, a un análisis riguroso y crítico de dos hipótesis que se presentan como teorías y que, al margen de una impresión favorable, merecen una crítica radical, como pasaré a argumentar.
La teoría de las inteligencias múltiples plantea algo, de entrada, con lo que todos podemos estar de acuerdo. no hay una sola inteligencia y el discurso académico presenta un planteamiento reduccionista que identifica la inteligencia con una vertiente determinada. Esto es verdad pero no lo es que socialmente se tenga una concepción tan reduccionista de la inteligencia. Si comparamos un buen mecánico/mal matemático con un buen matemático/mecánico académicamente se puede valorar más al primero que al segundo pero socialmente se considera ( antes de inventarse la teoría) que son dos inteligencias diferentes, una más teórica y otra más práctica. Pero es que la cuestión es que el propio término "inteligencia" es problemático. Nos podemos preguntar, por ejemplo, si son inteligentes los animales. Entramos en una discusión absurda si no definimos previamente lo que entendemos por inteligencia. Es un concepto, que como tal es convencional, lo que no quiere decir arbitrario, por lo que lo hemos de buscar una definición que sea lo más operativa posible para pensar lo que queremos pensar. Si definimos la inteligencia de una manera tan amplia que cualquier ser vivo o que tiene cerebro es inteligente entonces no me parece que sea operativo. podemos definir la inteligencia como la capacidad de solucionar problemas que no tienen resolución instintiva. es decir que la inteligencia implica una cierta creatividad y aquí incluimos a otros mamíferos, como mínimo. pero la inteligencia específicamente humana es la que tiene que ver con el lenguaje simbólico, con la capacidad de pensar a través de conceptos y relacionarnos entre sí. Esta sería la inteligencia teórica. y la práctica es justamente la capacidad que tenemos para resolver problemas nuevos. Digamos que la inteligencia humana es creativa. De las ocho inteligencias que plantea Gardner estarían la lingüística, la lógico-matemática, la visual-espacial y la natural la que tendrían que ver con esto. Pero estas división es discutible como cualquier otra. Por ejemplo, un filósofo tendría en parte lógico-matemática y en parte lingüística, si entendemos por ello la conceptual. Pero la lingüística también es la del escritor, diferente de la del filósofo. Que es diferente del que tiene capacidad para aprender lenguas. ¿ Y la visual-espacial ? ¿ Es la misma inteligencia la que tiene un arquitecto que un pintor ? Lo dudo. La natural, que es la última añadida, es, por ejemplo, un absurdo. Es la inteligencia del que que es receptivo a observar la naturaleza, lo que, como todos sabemos depende del interés y la motivación y no de la inteligencia. Porque una de las confusiones que introduce el invento es confundir el interés con la capacidad, lo que antes se llamaba la actitud con la aptitud.
Pero es que las otras cuatro ( interpersonal, intrapersonal, musical y corporal) todavía son más problemáticas. La llamada intrapersonal es lo que se llamaba introspección, autoconocimiento, lo cual no es algo que tenga que ver con la inteligencia en sentido estricto sino con la capacidad de introspección, que depende de muchos factores, de los cuales la inteligencia es el menos importante. La intrapersonal es lo que se llamaba tener intuición, tener psicología, a la que podemos aplicar lo que he dicho con lo anterior. Respecto a la musical siempre se había considerado una sensiblidad ( el que la capta) y un talento ( el que la aplica) que puede ser técnico o creativo. Respecto a la corporal me parece que hay todavía más ambigüedad. ¿ Un bailarín, un futbolista, un artista marcial, una modelo ?
Mi conclusión es que frente a una concepción reduccionista de la inteligencia se plantea otra igual de reduccionista. Digamos simplemente que la inteligencia es algo complejo, que tiene muchas facetas. Que no todas las capacidades y talentos se reducen a la inteligencia. Porque la teoría de las inteligencias múltiples se convierte en otra manera de clasificar y cuantificar la singularidad de la hemos de partir. Singularidad a la que hemos de acercarnos con conceptos que orienten peor no que clasifiquen, siempre abiertos y nunca cerrados.
Lo de la inteligencia emocional es todavía peor. Cuando Goleman constata que sus compañeros más brillantes a nivel académico habían, en muchos casos fracasado, debería haber llegado a una conclusión diferente. la conclusión, aparte de que, efectivamente, la inteligencia es algo muchos más amplio que la que se manifiesta a nivel académico, es que la felicidad no depende de la inteligencia. Depende de la estructura psíquica configurada a partir del temperamento y las experiencias infantiles. Depende del carácter, de sus cualidades y defectos. Depende también del azar, que son las cosas que no controlamos. reducirlo a una supuesta inteligencia emocional lo que hace es reducirlo todo a un concepto único e impreciso. Porque es un concepto que mezcla cuatro cosas que no tienen porque aparecer de manera conjunta. Lo que Gardner llamaba la inteligencia inter e intrapersonal, la empatía y el carácter. Porque entender al otro no quiere decir, ni mucho menos ser empático, y viceversa. Porque entenderse a uno mismo no quiere decir controlar las emociones o ser capaz de llevar a término las decisiones.
Por todo lo cual plantea olvidarse de estos dos conceptos y plantear la singularidad y la complejidad de lo humano. Estos conceptos, convertidos en tópicos, dudo que sirvan hoy para lo que supuestamente fueron concebidos. Si no porescindir de ellos lo que hay que hacer como mínimo es relativizarlos.Esta es mi propuesta.