Escrito por Luis Roca Jusmet
La comparación entre John Stuart Mill ( Londres, 1806- 1873) y Karl Marx ( Trèversi, 1818-1883) resulta fecunda, si nos alejamos de las respectivas escolásticas. Según la escolástica marxista, cuyo representante más potente fue Althusser, Mill ( 1806-1873) representa una ideología y una clase: el liberalismo y la burguesía. Se trataría entonces de desmontarlo en función de un análisis científico de los procesos sociales. Hablaríamos entonces de la lucha de clases en el campo ideológico. Para los liberales Marx es, sencillamente, uno de los teóricos del totalitarismo moderno, En él estarían los gérmenes de las dictaduras comunistas. También hay que decir que los liberales aceptan a regañadientes a Mill. En el inmenso estudio de Lasalle ( ideólogo del partido Popular) dedicado al liberalismo no aparece Mill.
La mejor es ir a sus textos, a sus prácticas respectivas y al contexto sociopolítico en que se insertan. Mill procede y forma parte del sector más progresista y reformista de la burguesía inglesa. Burguesia media, con un cierto capital económico ( ingresos, patrimonio) y sobre todo con mucho capital social y simbólico. Desde su perspectiva elitista quiere reformar política y moralmente a la sociedad capitalista. Una educación que nos enseñe a respetar y ayudar al otro en un sentido utilitarista. Lo útil es lo que beneficia a todos, es lo que nos hace defender la felicidad general. Pero la felicidad general no es otra cosa que la suma de las felicidades individuales. Si todos somos altruistas, todos salimos ganando. Mill es democráta cuando defiende el gobierno representativo y el sufragio femenino. También lo es cuándo propone medidas para evita la formación de oligarquías políticas : libertad de voto de los parlamentarios, sueldo que no sea excesivo, ausencia de privilegios, mandato limitado, control a la financiación de los partidos. Igualmente cuando reivindica derechos laborales para los obreros y la eliminación de la esclavitud. Pero lo es menos cuando dice que la democracia es posible en países muy civilizados como Gran Bretaña e imposible en los poco civilizados como la India. O cuando dice que los analfabetos y los que viven de la caridad pública no pueden votar. O que los que tienen más formación cultural deben tener un voto que valga el doble que los que tienen poca formación cultural.
En todo caso Mill representa lo más que se puede esperar de un miembro de esta burguesía media ilustrada. Es progresista en la medida en que se lo permite su clase. Pero esto no quiere decir que las opciones morales y políticas sean simplemente opciones de clase. Es todo mucho más complejo. La defensa que hace Mill de la libertad individual es asumible por cualquier ciudadano que quiera una sociedad emancipada.
Marx tiene razón cuando le dice a Mill que sin unas mínimas condiciones materiales lo que propone es inaccesible para la mayoría de la población. Cuando expone que la lógica del capitalismo es incompatible con al democracia real y con la felicidad general. Marx defiende la democracia plena, la parlamentaria con un sufragio universal sin limitaciones. O la democracia directa que conoció en la Comuna de París. En un contexto duro de lucha de clases el pequeño burgués Marx, al contrario que Mill, no fue fiel a su clase.Se desclasó y fundó la internacional comunista. Luchó al lado de la clase obrera y por la clase obrera. Tuvo una vida difícil.
Pero en el capitalismo pueden coexistir lógicas diversas. La lógica del pacto social, que es la que defiende Mill, es la que ha defendido la socialdemocracia.
La defensa de Mill de la libertad individual me parece imprescindible. El peligro de Marx es el caer en un comunitarismo, aunque es evidente que la lucha por la igualdad social es prioritaria y que tampoco podemos caer en un individualismo. Ello nos lleva también a la cuestión de como entendemos la democracia. Marx defendió el sufragio universal sin las limitaciones clasistas de Mill. Defendió también la democracia directa de la Comuna de París, solo posible en un contexto como el que apreció. La experiencia de los soviets en Rusia también nos enseñó sobre los peligrosa los que nos puede conducir la democracia directa. Mill defendió una posición reformista y Marx una posición revolucionaria.
Desde la perspectiva de una izquierda democrática podemos aprender tanto de Marx como de Mill. Debemos hacerlo, pero críticamente.Entendiendo las propuestas desde su trayectoria y su contexto y viendo como podemos actualizarlos en un proyecto emancipador.