Escrito por Luis Roca Jusmet
¿ Qué es la felicidad para la filosofía moderna ? Me parece que podemos distinguir cuatro planteamientos básicos. El primero es el que considera la felicidad como posible, aunque en términos relativos. Un buen ejemplo es John Stuart Mill. Mill, ya bien entrado el siglo XIX, corrige a su maestro Jeremy Bentham. Este último mantenía que todos los seres vivos, incluido la especie humana, buscan el placer y evitan el dolor. El bien para los humanos es entonces el placer y el mal el dolor. Placer quiere decir satisfacción y dolor insatisfacción. No hay más, el resto son ficciones metafísicas o religiosas. Otra cosa es que en el caso humano hay una búsqueda racional que incluye el cálculo de las consecuencias de nuestros actos. La corrección que Mill plantea a Bentham se basa en la afirmación de la diferencia humana con respecto al resto de los animales por su capacidad reflexiva. Esto hace que los humanos tengan la capacidad de dar una dimensión cualitativa y no solo cuantitativa a sus vidas. ¿ Qué quiere decir "cualitativo" ? Es algo que va más allá de la sensación placer/displacer o del estado satisfacción/insatisfacción. Porque aparece algo nuevo, relacionado con el sentido, incluso algo que podríamos llamar "espiritualidad". Tiene que ver con la singularidad humana. El proceso civilizatorio nos va separando de lo puramente animal y la felicidad ya no es cuantitativa. Cada cual elige su camino y este puede comportarnos dolor e insatisfacción, aunque no renunciemos a él porque es el que hemos elegido. Todo se vuelve más complejo. Mill sostiene que deseamos y solo deseamos lo que creemos que nos hará felices y que evitamos lo que nos hará infelices. Cuando esto no ocurre es que ha fallado la voluntad, nos ha dominado la incontinencia o el miedo. Somos felices cuando hacemos lo que queremos, entendiendo el querer no como un impulso sino aquello que nos hacer sentir bien. Por tanto, de lo que se trate es que en nuestra vida dominen los momentos de felicidad respecto a los de infelicidad.
Un lector de Mill, que incluso lo tradujo al alemán, fue Sigmund Freud. Hay inicialmente en Freud un acuerdo con Mill, que plasma en su formulación del principio del placer y el principio de realidad, que viene a ser este placer calculado en cuanto que se adapta a las exigencias de la realidad. Pero posteriormente Freud planteará que hay "un más allá del principio del placer". Este más allá tiene que ver con la pulsión, que viene a ser lo que queda de la separación del instinto de su objeto natural. la pulsión es una tensión, que puede ser la excitación sexual orientada a una fantasía ( el deseo) o una pulsión de muerte destructiva. la pulsión nunca se acaba de descargar y el deseo es siempre de algo que falta. Por ello Jacques lacan utiliza el témino goce, para referirse a aquello que nos liga la pulsión, que puede ser autodestructivo. Por todo ello Freud dirá que la felicidad es un ideal inventado por los humanos que es imposible. de esta manera ligará con un filósofo del siglo XIX profundamente pesimista que es Artur Schopenhauer.
Queda una tercera opción que es la que nos propone en el siglo XIX Friedrich Nietzsche ( y que en el siglo XX planteará Georges Bataille ) que es la felicidad como un riesgo, como la intensidad de una vida llevada al límite. La felicidad como gasto y no como cálculo.
Finalmente Spinoza recupera tradiciones antiguas como la epicúrea y la estoica y considerará la felicidad como un estado posible al que se llega a través de un largo trabajo interior.