Escrito por Luis Roca Jusmet
Nietzsche y Cioran son dos filósofos que parecen presentar secretas afinidades. Muchos son los lectores que siente fascinación por ambos. El filósofo contemporáneo Clément Rosset es un paradigma. Pero Nietzsche y Cioran son incompatibles. Nietzsche hubiera considerado a Cioran un nihilista, igual que lo consideró a Schopenhauer, y en este sentido lo hubiera atacado sin piedad. Pero seguro que hubiera apreciado muchos matices de Cioran. Era un intempestivo como él, aunque partieran de posiciones opuestas. Cioran es ambivalente con respecto a Nietzsche. Aprecia de él su estilo fragamentario. Es más, lo considera el iniciador del mismo tipo de filosofía ( o de la antifilosofía ) que él practica). También aprecia muchos de sus pensamientos, pero desprecia su entusiasmo y su propuesta del super-hombre. Lo considera un ingenuo y cada se siente más alejado de él.Tienen en común una cierta lucidez pero aplicando el perspectivismo de Nietzsche solo podemos ver desde un punto de vista. El punto de vista de Cioran es el de la tristeza, la amargura pero si lo leemos a fondo viene de la pérdida del paraíso perdido : la infancia. Cioran habla de ella como de una infancia absolutamente feliz. Le dominan las pasiones tristes, no el dolor. El dolor también lo acepta Nietzsche, esta no es la cuestión. La cuestión es si, a pesar del dolor, vale la pena vivir. Cioran dice no. También lo decía Schopenhauer, porque más allá del dolor solo se experiementaba aburrimiento. La diferencia es que Schopenhauer hablaba de una redención. Pero en el caso de Schopenhauer su sinceridad es muy dudosa. Ni está claro que fuera una persona que no disfrutara de muchas cosas mundanas ( materiales, prestigio) ni tampoco lo es que su vida tuviera algo que ver con el camino de redención que pregonaba.
Nietzsche dice sí a la vida, quiere vivir intensamente. Habla desde la alegría, aunque sea una alegría que es trágica por su lucidez, porque se sabe finita. Una alegría que asume la parte de dolor que comporta la vida. Pero para Nietzsche, com dice en uno de sus aforismos, el placer tiene más profundidad que el dolor : quiere permanecer. Para Cioran, por el contrario, el placer es síntoma de superficialiidad y de ignorancia y solo a través del dolor nos volvemos profundos.
Clément Rosset plantea un encuentro imposible entre Nietzsche y Cioran en su libro "Fuerza mayor". Es por esta vía de la filosofía trágica que los quiere unir. Pero es un ejercicio que, aunque fecundo, no deja de ser fallido. hay puntos de conexión pero apuestas incompatibles. Nietzsche apuesta por la vida y Cioran se niega a cualquier apuesta, ya que maldice la propia existencia.
Que sean incompatibles no quiere decir que el lector tenga que elegir. Yo he aprendido mucho de ambos pero no me consideró seguidor de ninguno de los dos. Me gusta de ambos lo mismo que a Rosset : su concepción trágica, su antifinalismo, su amarga lucidez. Pero ni apostaré por el superhombre de Nietzsche ni por el nihilismo radical de Cioran. Apostaré, como Nietzsche, por la vida, pero lo haré con un cierto escepticismo, sin ninguna confianza en este hombre nuevo que ha de venir. En el repudio a este carácter profético de Nietzsche. Pero quiero hacer de la vida una experiencia interesante y no repudiarla como Cioran.