He encontrado por casualidad en un blog educativo (
[www.educarueca.org] ) un extracto de un libro llamado
La igualdad bajo sospecha. Me ha sorprendido muchísimo la anécdota que cuenta sobre un alumno, pues me recordó a algunos sucesos recientes que ocurrieron en la tutoría cuando el Departamento de Orientación nos ofreció que viniera un educador a impartir dos charlas coeducativas. Como tutora, creo que debo ayudar a todo el alumnado, por eso todos merecen respeto y consideración, así como que se escuchen sus opiniones. Pero no deja de sorprenderme el motivo por el que se asientan ciertos prejuicios en las cabezas de los estudiantes. Ni todos los chicos tienen claro qué es el feminismo, ni todas las chicas tampoco.
Tan fuera de lugar está pensar que el feminismo es algo así como la contrapartida del machismo más rampante, como enfadarse (si se es chica) en caso de que un amigo se ofrezca a ayudarte cuando se va a transportar un objeto pesado o desee abrirte la puerta para que pases. En estos casos todo depende de cómo sea la oferta o el gesto, si es educado y amable o despectivo y paternal. Vamos, que sobre estas cuestiones hay mucho escrito y la mayoría de la gente se hace unos líos que no veas.
Son temas complejos pero con análisis muy avanzados a nivel internacional y líneas de investigación en múltiples universidades, por ejemplo, a la Universidad de Oviedo le han premiado su Máster en Género y Diversidad.
Por todo esto es posible que en la segunda evaluación dedique algo de tiempo a "desfacer entuertos" y a aclarar algunas cuestiones sobre este asunto, ya que creo que se mejoraría la convivencia del grupo. Este tipo de temas es mejor atacarlo de frente, porque mirar para otro lado no resuelve la cuestión. Así que, en su momento, lo trataremos. Hasta entonces, buen fin de semana y a aprovechar las vacaciones, que ya queda menos.