Sartre |
Armonías delicadas que son rotas por el creciente frío y la amenaza de la flor de acónito. Una bella flor que esconde un poderoso veneno. Matalobos se llama en ciertos sitios a la planta. Belleza mortal del sotobosque que se opone a la retama lozana y abundante del matorral y el carrascal por donde discurre la dura senda de la vida.Una vez el paisaje y los dulces vecinos
cultivaron un cerco de boj para el filósofo
y su interlocutor. Cuando salieron
por la espiral del pensamiento,
hambrientos encontraron la mesa puesta: hubo
en ellos aún palabras de alabanza a las fresas
Hermoso cuento mientras cae de nuevo
la rosada cortina de la tarde
y duerme el valle y en el valle duermen
los signos en las piedras y la razón idílica.
Armonía delicada sólo rota
por el creciente frío y por la duda
que plantea la retama lozana y abundante
frente a lo desusado de la flor de acónito.
(Aníbal Núñez, Alzado de la ruina)
Destruction by Thomas Cole |
El Roto |
by Pep Montserrat |
1. Una proposición es trivial cuando se basta a sí misma para garantizar la verdad que proclama.
2. Una trivialidad puede ser de tres clases: circular (A es A), blindada (A es B o es no B) o estadística (A es B donde B es infinitamente más probable que no B).
3. Una trivialidad es circular cuando una parte de la frase está contenida en otra parte de la misma frase (los gatos son felinos).
4. Una trivialidad estará blindada si la verdad que proclama no puede ser desmentida por nada de lo que pueda llegar a ocurrir en la realidad (mañana lloverá o no lloverá).
5. Una trivialidad es estadística si la ocurrencia de la verdad que proclama es infinitamente más probable que la de su no ocurrencia(un ser vivo solo es idéntico a sí mismo).
6. Cualquier comprensión del mundo real tiene un grado de certeza comprendido entre el valor nulo de lo absolutamente imposible (una contradicción) y el valor infinito de lo absolutamente cierto (una trivialidad).
7. Una trivialidad es tan robusta como intrascendente, pero a veces se puede partir de ella para, perdiendo solo un poco de robustez, ganar un mucho de trascendencia.
8. La formulación de toda ley fundamental de la naturaleza tiene una raíz de estructura trivial.
9. Spinoza intuyó la raíz trivial de todo conocimiento humano con su célebre conato, y tal intuición quizá pueda comprimirse así: cada cosa tiende a perseverar en su ser, donde el ser es aquello que persevera de la cosa.
10. La mecánica clásica tiene su raíz en una trivialidad genial de Descartes: el movimiento en línea recta de un cuerpo persevera a menos de que no cambie.
11. La raíz trivial de la mecánica clásica: todo cuerpo perpetúa su estado de movimiento a menos de que algo no lo impida.
(Newton rompe la trivialidad diciendo que ese algo es la fuerza).
12. La raíz trivial de la termodinámica: un sistema aislado cambia hasta que deja de hacerlo.
13. La raíz trivial de la economía: el mercado cumple la ley de la oferta y la demanda y toda excepción de la ley de la oferta y la demanda es un indicio de la imperfección del mercado(especuladores, monopolios, información privilegiada…).
14. La raíz trivial de la evolución es el mecanismo de la selección natural: solo persiste lo que no se extingue.
15. Hipótesis fundamental de la ciencia: la realidad existe y yo la voy a comprender.
16. Anticipar lo que ya ha ocurrido es la habilidad trivial de los que siempre tienen razón.
17. Una ley fundamental es la manera de comprender el cambio que menos cambia ella misma.
18. Una individualidad viva tiende a perseverar su identidad donde la identidad es la parte de la individualidad viva que persevera.
19. La teología monoteísta ignora un dilema trivial: la evidencia del mal solo es compatible con la no existencia de Dios o con la existencia de más de uno.
Vicente Martínez-Pujalte |
El Roto |
"Comoquiera que ya estoy harto de guardar esos secretos en la alacena de mi memoria, diré que fue un diputado de Uniò quien me filtró los enjuagues de la corrupción convergente en torno a la Maisonde la Catalogne; a este diputado le puse como sobrenombre “Arroz amargo”. Y, al revés, fue un diputado de CDC quien hizo lo mismo sobre el lodazal que se traían entre manos los democristianos de Duran en el caso Pallerols. Vale la pena decir que, en el caso Pallerols, se le cayó el pelo a Uniò; en el otro caso, los convergentes se salieron de rositas. En suma, tuve conocimiento directo de lo que representa el llamado «fuego amigo» entre compadres de la misma coalición. Hasta tal punto me hice experto en estos asuntos que estoy pensando en poner una escuela particular de Filtrología para procurarme una ayudica pecuniaria que corrija mi modesta pensión de jubilado".
José Luis López Bulla
Ignác Fülöp Semmelweis. / PHOTO12 |
forges |
El Roto |
“Quiero una vida mejor”, dice la frase que sin dificultad reconocemos como expresión de la aspiración básica de los seres humanos. Y viviendo como vivimos en un mundo humano atormentado y fracturado, donde cientos de millones de personas padecen violencia, hambre, explotación, exclusión y pobreza, quién podría censurar tal aspiración. Pero, al mismo tiempo, esa sencilla oración encapsula la trampa mortal donde estamos encerrados: porque “quiero una vida buena” es una aspiración con límites, pero “una vida mejor” es potencialmente ilimitada. Después de una mejora siempre podemos desear la siguiente, hasta el infinito. Como señaló el viejo Epicuro, nada es suficiente para quien lo suficiente es poco.2
Yves Michaud |
El Roto |
forges |
La predisposición genética: que es débil en la mayoría de las enfermedades. Incluso en el propio cáncer, hay varias barreras de control a superar, antes de que se inicie la enfermedad.
Las agresiones del medio: infecciones, lesiones por accidentes… que además muchas veces podrían ser evitadas si se actúa adecuadamente
Dibujo científico de Santiago Ramón y Cajal. |
Desde que la filosofía, como asignatura, languidece en el sistema educativo que se implantará en los próximos cursos, florecen aquí y allá los discursos que defienden su vigencia, no por conocidos irrelevantes. Es una tarea que toca, más o menos, una vez cada seis u ocho años, con desigual resultado. A veces se consigue salvar los muebles y otras veces no, sin perder de vista que ahora la suerte va por barrios: habrá autonomías “filosóficas”, que intentarán conservar, aproximadamente, la presencia de la misma en bachillerato, y las habrá menos filosóficas (no vamos a utilizar el prefijo “anti”), en las que la presencia de la filosofía en la educación quedará manifiestamente reducida. En todo el despliegue de ideas brilla con luz propia, a mi entender, una expresión que los profes de filosofía solemos arrogarnos y que desde hace tiempo me despierta cierta curiosidad, cuando no inquietud: enseñar a pensar. ¿Qué es eso, o en qué consiste ese tipo de enseñanza?
Para empezar: no sé muy bien qué es “enseñar a pensar”. Si somos animales racionales, parece claro que esa racionalidad la ponemos en funcionamiento de un modo natural. O quizás no lo seamos tanto, y necesitamos un cierto “pilotaje” o “aseoramiento”. Y es aquí donde entra la grandilocuente propuesta: enseñar a pensar. La cuestión es si se puede enseñar a pensar sin pensamientos. Quiero decir: ¿Es enseñar a pensar compartir en el aula las críticas que atacan al corazón del sistema? ¿O será, por el contrario, presentar las razones, tanto filosóficas como históricas, que nos han llevado a vivir como vivimos? Se me hace difícil entender la fórmula mágica sin una cierta sospecha de “direccionismo”: enseñar a pensar, sí, pero pensar, ¿como quién? No existe el pensar, así en abstracto, sino el pensamiento de unos y de otros. Podemos enseñar a pensar como lo hace el jefe de la empresa, que tiene sus motivos y sus razones que seguramente no serán compartidas por sus trabajadores. Un último matiz: enseñar a pensar como lo hacen los profesores o los alumnos. Pensamientos tan situados, tan contextualizados, que no pueden convertirse, creo yo, en los modelos a “exportar”.
El pensamiento va y viene. Pensamos, quienes nos hemos dedicado toda la vida a ello, que estudiar lo que pensaron otros es una gran manera de enseñar a pensar. No tengo muy claro que así sea: aprender pensamientos no es lo mismo que aprender a pensar. El pensamiento, si lo es de verdad, tiene algo de genuino, de personal, y un ingrediente de contra: hay que pensar contra el gobierno, contra la oposición, contra el sindicato, contra el partido, contra quien vende y contra quien compra, contra las iglesias, contra los salvapatrias, contra los que lo saben todo, contra los alumnos, contra los profesores, contra las familias. Contra, contra, contra. Y si la educación socializa, en cierto sentido uniforma: nos igual a todos, tanto por las oportunidades que da como por las ideas que ofrece. Siendo esto así, no interesa demasiado eso de “enseñar a pensar”. Una conclusión contra la que pensar: cuidado con quien te dice “voy a enseñarte a pensar”. No te está contando la última parte de la frase: “como yo”.
Eduardo Estrada |
Sheldon Cooper usando todo el poder de su mente |
-Venga, no tengo todo el día. ¿Lo coges o lo dejas?
Media hora antes Víctor el mafias había llamado a la puerta del que fuera su amigo de la infancia, Eugenio Bueno. De niños habían jugado juntos durante años, no sin disgusto para sus padres. Víctor procedía de una familia adinerada, pero que siempre andaba metida en asuntos turbios. Algunos de sus familiares habían pasado temporadas en prisión. Eugenio compartió aula con él, pero no calificaciones. Le gustaba estudiar y había logrado un buen puesto como trabajador social del barrio. En su tiempo libre, participaba en una ONG creada por él mismo, y que pretendía ayudar a las familias más pobres de la zona. Pese a emprender caminos separados, Víctor y Eugenio fueron amigos hasta los 15 años, cuando el mafias abandonó la secundaria para hacer un taller ocupacional. De cerrajería, curiosamente. El caso es que llevaban años sin verse hasta que hoy un trajeado Víctor había llamado a la puerta de Eugenio, para ofrecerle una bolsa de basura con 6000 para su ONG. Eugenio no tenía nada claro que pudiera aceptar ese dinero, pues se podía hacer una idea de su procedencia.
-Ya te he dicho que no puedo cogerlo. No sé de dónde has sacado el dinero pero sí me puedo imaginar que esos billetes no están limpios.
-¿Qué te importa a ti cómo he conseguido el dinero? La cuestión es que quiero ayudar a la gente. Fuimos amigos durante muchos años, crecimos juntos y creo que dártelo a ti es más efectivo que a cualquier ONG internacional. Lo que yo quiero, Eugenio, es ayudar a mi gente, a los del barrio.
-Venga hombre, no me quieras vender la moto. Algunos de los más pobres están así por culpa de los tejemanejes de vuestra familia. Si quisierais ayudar al barrio cambiaríais de vida, os dedicaríais a otras cosas.
-Mira Eugenio, uno no elige nacer donde nace. ¿Qué querías que hiciera? ¿Que me pusiera a estudiar cuando veía cómo mis familiares metían en casa todos los días una pasta que ningún trabajador lograría en una semana? No sabes nada de lo que he hecho en este tiempo, y si yo fuera mala persona nunca hubiéramos sido amigos. No hay tanta diferencia entre tú y yo. Tú has optado por tu camino, yo por el mío. Pero ahora que estoy en condiciones de hacerlo, quiero ayudar. Si le preguntaras a la gente que no tiene para comer, no creo que te dijeran que les importe mucho la procedencia del dinero.
-Te propongo un trato: cojo el dinero, pero a cambio me prometes que vas a dejar la vida que llevas, y que de verdad los mafias vais a trabajar por el barrio. Nada de contrabando, nada de trapicheos, nada de negocios raros.
-Sabes que no puedo aceptar ese trato. No tengo otra forma de ganarme la vida. Y ahora tengo que irme, así que decídete, ¿Te quedas con los 6000 euros o prefieres que los destine a otras causas?
¿Qué debe hacer Eugenio? ¿Aceptar ese dinero de dudosa procedencia y ayudar a los más pobres del barrio o rechazar la ayuda y continuar con su labor en la ONG?