Juan Cruz 1 ENE 2014 El País
Profesores y filósofos responden a estas preguntas: ¿a quién se le ocurre relegar el pensamiento en la enseñanza? ¿Qué repercursión tiene esta ausencia en el aprendizaje de la vida?
Pero ¿a quién se le ocurre quitar la Filosofía de la primaria, de la secundaria, del bachillerato? Al Gobierno. Y, ¿por qué? Además, ¿a quién sirve que el pensamiento se relegue entre las materias que forman parte del aprendizaje de la vida? ¿Cómo han reaccionado los filósofos? ¿Y los que enseñan Filosofía? Pues con estupor, cómo van a reaccionar.
Fuimos con esas preguntas y otras a distintos representantes del primer argumento de la educación: la enseñanza. Respondió así Xavier Serra, profesor de Filosofía y Ética y responsable de Filosofía en el Instituto Salvador Espriu de Girona. ¿Qué supone este desmejoramiento de la Filosofía en la enseñanza?: “En realidad, hay que decir que la Filosofía en sí está en plena forma, que la gente —los ciudadanos reflexivos, sensibles a los valores, conscientes de su responsabilidad...— sigue pensando con profundidad filosófica. Lo que está muy mal es la clase política, que mete su zarpa en la capacidad crítica y la autonomía mental de los ciudadanos permitiendo, sin inmutarse, la telebasura y la pobreza mental en el ámbito público”.
“No es cómoda para los amigos de lo convencional”, dice Ángel Gabilondo
La disposición filosófica suena hoy a sarcasmo en Grecia, el lugar donde surgió.
Víctor Gómez Pin: El País 24 AGO 2013
Miles de filósofos se han reunido a principios de agosto en la capital griega con motivo del XXIII Congreso Mundial de Filosofía, cuya anterior edición, cinco años atrás, tuvo lugar en Seúl, una de las ciudades faro del sistema económico mundial. Retorno pues de la filosofía a una Atenas sumergida en la penuria y la desmoralización, lo cual no hace sino resaltar el mérito de los organizadores de la Universidad de Atenas, confrontados, como lo estamos nosotros, a la brutal ruptura que supone sustituir el ideario de la paideia,la educación fertilizadora de las facultades que hacen la riqueza esencial de los humanos, por el imperativo de la instrucción, compendio de reglas y técnicas que faciliten la inserción en un mundo cuyos valores son asumidos sin previa sumisión a criterio.
En la educación, la filosofía es esencial porque es la historia de lo que somos
Amelia Valcarcel: El País: 7 JUN 2013
Los proemios son declaraciones de intenciones y tenemos por cierto que siempre son buenas. El de la ley de Educación también. Cuenta que el aprendizaje “va dirigido a formar personas autónomas, críticas con pensamiento propio”. No añade “que no sepan quién es Platón, Descartes ni Kant”, pongamos por caso. Eso que no dice, sin embargo es lo que sucedería si el asunto no se arregla. Y bien, pudiera bien ocurrir que alguien se preguntara por qué hay que saberse esos nombres. La razón es elemental: sucede que son nuestros primeros maestros en eso de ser personas autónomas, etc, etc. Escribimos con sus palabras y pensamos con los esquemas de que nos proveyeron.