Muchos días van ya sin publicar, atareado con olimpiadas y quehaceres personales. Pero no son días, ni mucho menos, de inactividad en el aula, donde la discusión y el debate continúan, o al menos así se intenta. Comparto a continuación cinco preguntas que nacen de estas clases. No son literales, sino que algunas aparecen “tranformadas” a partir de observaciones hechas por los alumnos.
- ¿Por qué en en siglo XIV “se creía” que la tierra era el centro del universo y hoy “sabemos” que el centro de nuestra galaxia es el sol? ¿Cuál había sido la instrucción media del sujeto del siglo XIV y cuál la de nuestros contemporáneos para hacer ambas afirmaciones?
- ¿Es preferible que haya un tsunami en un país remoto antes que perder para siempre la cosa, la actividad o a la persona que más amamos?
- ¿Qué tipo de cultura estamos creando entre todos para que un estudiante de 2º de bachillerato, rama científica con biología, diga que un embrión humano tiene la misma autonomía que un trozo de intestino?
- ¿Es razonable la tendencia a idealizar países, culturas o civilizaciones lejanas y a despreciar aquella en la que hemos crecido?
- ¿Cómo podemos llegar a saber cuándo llegamos a un punto de recursos naturales que puede poner en peligro la continuidad del planeta o de nuestra propia especie?