Ya he publicado la propuesta de resolución del examen PAU de junio de 2014, cumpliendo así con una de las citas tradicionales de esta web. Se ha resuelto la opción B, de Ortega, porque había una resolución reciente de Aristóteles, que era el autor de la opción A. Y como siempre, con esta publicación se cierra el curso 2013-2014. Ha sido un año un tanto extraño en lo que toca a la página: por un lado se ha cumplido su décimo aniversario y por otro lado ha sido el curso en el que menos material se ha añadido a la misma. No hay nuevos recursos didácticos, no hay anotaciones en el blog. Los motivos son variados: desde el trabajo en el instituto hasta las dos olimpiadas que nos caído en suerte (la autonómica y la española), sin dejar de lado eso que se llama vida personal, y que afortunadamente tiende a ocupar más tiempo y desvelos que la vida virtual. Así que entre unas cosas y otras el blog ha ido marchitándose hasta el punto que las liberaciones de las tareas señaladas se han juntado con el final de curso, por lo que tampoco he podido recuperar la actividad en condiciones. ¿Significará esto el final de la bitácora? Argumentos hay, tanto para dejarlo como para seguir con ello.
Por un lado, está claro que el formato blog ha perdido significado y que las redes sociales han barrido con todo lo que antes se venía haciendo. Cada vez se escriben menos bitácoras y cada vez se leen menos bitácoras. No creo que la herramienta esté muerta, pero sí que parte de sus funciones y versatilidad ha sido asumida por las redes sociales. Aparecen, a mayores, otros formatos: los videoblogs se van imponiendo con fuerza y lo que se lleva ahora es tener tu propio canal en YouTube con cienes y cienes de seguidores que andan al tanto de nuevas publicaciones. No obstante, hay razones también para seguir escribiendo: nunca fue esta una bitácora de multitudes, ni se pretendió nunca alcanzar ese olimpo mediático de influencias por el que luchan los guerreros del meneame y demás servicios de difusión. Y hay otra razón mucho más importante todavía: la actividad de aula sigue dando pie a escribir, es suficientemente rica como para que las ideas y discusiones que ahí surgen se puedan compartir y poner en común, aunque sea con los poquitos lectores de una bitácora, entre los que no suelen encontrarse los alumnos. Dicho de otra manera: siguen surgiendo experiencias valiosas sobre las que escribir, y hay alguna que otra idea merodeando por ahí.
El diagnóstico, entonces, parece claro: es imposible mantener el ritmo de publicaciones de épocas pasadas, pero no se quiere cerrar la página o dejarla sin actualizar. Así que retomaré la actividad con el inicio de curso, allá por el 17 de septiembre, que tan lejano parece ahora, pero está a la vuelta de la esquina. Ya veremos sobre el terreno cuánto puede dar de sí el 2014-2015. Esperemos que sea un poquito más productivo, en lo que a la página respecta, que este 2013-2014 que se cierra hoy. Hasta esa vuelta a la bitácora, entonces…
¡Feliz verano!