Morir no es fácil pero tampoco lo es no morir. La muerte física , la del cuerpo con su deterioro, con su desgaste, con su pérdida de condiciones psíquicas,físicas resulta difícil de llevar. No será tanto el dolor que se puede anestesiar sino más bien que para no tener dolor uno queda poco a poco anestesiado, o sea, alejado de las sensaciones, emociones, pasiones, .. La muerte llega en determinados momentos como si se quisiera presentar jugando -para utilizar la imágen fílmica de Bergman el director sueco- una partida de ajedrez. El caballero que toda su vida ha luchado bajo el signo de la cruz en Tierra Santa para expulsar los infieles regresa de las cruzadas y se encuentra una Europa asolada por la gran muerte en mayúscula : La peste.
Las convulsiones, las ampollas, los estertores, los gritos de desesperación se retratan en los frescos de las iglesias como si se tratara de un castigo enviado por el cielo , por Dios para recordar a los hombres y mujeres el pecado de la lujuria , de la pereza, de la gula, de la envidia, de la avaricia, de la codicia,
Martin Heidegger quizás sea el autor que más ha hablado de eso de la muerte , de la experiencia de ser seres para la muerte. Porqué siempre la muerte es del otro nunca nos acabamos de creer que nos llegará esa señora o señor llamado Parca.
La muerte aparece y nos rodea como si todo lo que tocamos fuese contaminándose de ese hedor , de ese rostro de cera de los muertos, de esa postura hierática que a nadie sorprende ..porque parece que todos los muertos queden en paz consigo.
Pero como reflexionar sobre el hecho de morir como si fuese algo que no existe, que no es real como lo creemos ?