No es que quiera animar a nadie a la aventura intelectual de leer la Summa entera, pero tampoco animamos a subir al Everest cuando en clase de geografía damos a conocer su existencia. Lo que me parecía importante era no contribuir al olvido de un proyecto de la envergadura intelectual de éste. Por otra parte algunas secciones de la Suma siguen teniendo interés por sí mismas. Pienso, por ejemplo en el tratamiento de las pasiones del alma, que por su claridad es de gran ayuda para cualquiera que considere importante saber poner nombre adecuado a sus sentimientos.
Pero vamos a la cosa en sí.
¿Por qué sigue siendo interesante no olvidar la Suma?
- Por la ambición del proyecto intelectual tomista. Es como una gran catedral gótica. Quizás ya no queramos vivir en un edificio así, pero es hermoso visitarla y su contemplación en cierta forma nos engrandece el alma
- El proyecto tomista es demostrar la razonabilidad del discurso teológico cristiano. Nunca meditaremos bastante sobre el hecho de que el cristiano, cuando piensa su fe, hace teología. Es esta una singularidad extraordinaria, porque no hay nada ni remotamente parecido a la teología ni en el islam ni en el judaísmo. Los judíos y los musulmanes cuando piensan en su fe lo primero que tienen present es la ley (Tora o Sharia). Para el cristianismo la revelación es una cuestión teológica (un logos sobre Dios). Para el islam y el judaísmo es una cuestión política. Explicar racionalmente la creación es una inquietud cristiana.
- Santo Tomás encuentra la posibilidad de una explicación racional de la fe en la presentación que realiza Dios de sí mismo (Ex.3.14): "Soy el que soy". Hay otra traducción posible de esta expresión: "Yo soy el que seré", que apunta a una concepción mucho más elusiva de la divinidad. Pero para Santo Tomas el Summum Esse no es solamente un objeto de fe, es también objeto del conocimiento racional.
- El conocimiento racional de Dios es posible porque hay un orden divino en el mundo. El acto creador de Dios es expresión del amor divino y, en tanto que tal, ha dotado de orden a la realidad creada. La creación es, en su origen (causa eficiente), "emanatio rerum" (las cosas proceden de Dios) y, en su fin (causa final), un movimiento de todos los seres hacia su creador. Esta teología no sólo permite pensar una imagen armoniosa y providencial del mundo, sino que permite también afirmar la existencia de una ley natural que sería expresión en el alma del orden natural de las cosas.
- Sin embargo el proyecto, voluntariamente, fue dejado sin conclusión. La razón que dio Santo Tomás es que "después de lo que el Señor se dignó revelarme el día de San Nicolás, me parece paja todo lo que he escrito en mi vida". Pero había comenzado la Suma convencido de que podía ofrecer algo así como una imagen lógica de la teología. El proyecto inacabado arroja entonces una duda sobre el conjunto. Santo Tomás nos dice, anticipando a Wittgenstein, que todo lo que cuenta en la Suma es mucho menos relevante que lo que se calla.