Me entero con sorpresa que Sissi Emperatriz, o sea, Elisabeth de Austria, no solamente frecuentaba con devoción los textos de Schopenhauer sino que además le puso a su caballo favorito el nombre de Nihilismus y uno está tentado a creer que el nihilismo es una versión decadente de Dios. Por aquí tengo dicho que para ser nihilista cabal hay que ser ruso y pasar los meses de invierno a cuarenta grados bajo cero. Por otra parte, si bien es cierto que Schopenhauer declaraba que cuanto más trataba a los hombres menos los apreciaba, no es menos cierto que añadía a continuación: "Si pudiera decir lo mismo de las mujeres, todo sería perfecto".