"Si hubiera una subasta para elegir santos en la que los liberales pudieran pujar, George Orwell sería su hombre, porque satisface las dos condiciones imprescindibles: la nostalgia liberal por la acción y la renuncia a la desesperación (...). Cómo llevar una vida honesta les ha interesado a los liberales mucho más que cómo llevar una vida santa: El problema de Orwell es cómo llevar una vida honesta en un mundo que ya no es liberal (...). Orwell era el más liberal de los liberales, el cristiano que ha perdido su cristianismo (...). Sabía que no es suficiente con vivir para ser humano".Philip Rieff, George Orwell and the Post-Liberal Imagination.