Cuanta Plutarco en su Vida de Catón el Viejo, que al acabar este último su campaña en España, abandonó en la península el caballo que había montado, para ahorrarle su transporte por mar al Estado. Plutarco, que a lo largo de sus obras acostumbra a alabar a las personas que se distinguen por su trato afable con sus animales, especialmente cuando estos son viejos y han dejado de ser útiles, se pregunta: "¿El de Catón fue un gesto propio de un alma noble o una mezquindad?"