La creatividad se presenta hoy como la piedra filosofal de la pedabobía. Como no sabemos cómo será el futuro, hagamos niños creativos y a así podrán enfrentarse a cualquier futuro indefinido, nos dicen los pedabobos, con esa monocorde salmodia con la que se repiten a sí mismos. Pero el problema es que ni sabemos definir muy bien qué es la creatividad ni, en consecuencia, tenemos ideas claras sobre cómo evaluarla. Por esto precisamente el gran Alain, aconsejaba a los maestros que antes de animar a los niños a ser creativos se encargaran de enseñarles un montón de cosas. Que es lo que nos vienen a decir Eric Hoffman y Gary Rudoren en la actualidad: “As we all know, true creativity comes from simple formulas and the memorization of data” (Eric Hoffman y Gary Rudoren, Comedy by the Numbers)
Dos artículos sobre las dificultades de evaluar la creatividad:
Measuring Creativity - The Last Windmill?, de James C. Kaufman
The Problem With PISA's Problem Solving Results: What The Scores Really Mean, de Daniel Willingham
¿Cómo será el futuro? ¿Cómo vamos a contestar a esta pregunta nosotros, que tenemos tantos problemas para saber cómo ha sido el pasado? Pero, en cualquier caso, apuesto a que en el futuro seguirá siendo importante hablar con algo más complejo que los monosílabos.
Una cosa más: Ya saben ustedes que Wert es fascista. Esto va de sí. Y quien lo ponga en duda es también fascista. Y además Wert es un desalmado que está destrozando la excelente escuela que teníamos, en la que todos los niños obtenían sobresalientes. Pues bien, François Fillon es tan fascista como Wert.