Juan Antonio Masoliver Ródenas, Tono, insigne vecino de Ocata, ha escrito su Elegía de Ocata, como otros escribieron su
Elegía de Marienbad, que resuena a testamento. Se titula
El ciego en la ventana. Hoy me he tomado una cerveza con él en La Calandria, que para nosotros es un bar de Cacania. A veces -he pensado mientras me escribía una dedicatoria- los ciegos caminan con antorchas en la mano. No quieren ver nada, que ya lo han visto todo. Lo único que pretenden es que nadie choque con ellos.