IAntonio Pérez: El hombre, árbol inverso a los ojos humanos: no tal, sino derecho a la verdad, si tiene su raíz, el ánimo, digo, arraigado en su lugar natural de donde procede, el cielo.
IIPlatón: los hombres somos como árboles con las raíces en el aire, apuntando hacia el cielo...
IIIVisiones de ángeles, las copas de los árbolestal vez son raíces, bebiendo los cielos;y en el suelo, las raíces profundas de un hayase les antojan silenciosas cumbres
Rilke, Vergeles, XXXVIII